El próximo primero de julio se enfrentarán en las urnas y uno de ellos será el próximo presidente del país.
Hay mucho en juego pero hoy convivieron en paz y, como buenos católicos, escucharon el mensaje del papa Joseph Ratzinger.
La primera en llegar fue la candidata del conservador Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, quien al ingresar al recinto se refirió a la presencia del pontífice alemán con palabras elogiosas.
«Es una presencia de aliento, de esperanza, en un México que requiere de concordia y de diálogo» y que necesita «la corresponsabilidad de todos y la construcción de la paz», señaló en unos breves comentarios a la prensa.
Los primeros en salir de la misa fueron los candidatos presidenciales, pues ocupaban localidades en la zona A1, ubicada justo al frente del templete montado para que Ratzinger oficiara la misa.
Andrés Manuel López Obrador, candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y de otras dos formaciones de izquierda, dijo que la homilía de Benedicto XVI fue «una buena ceremonia de reconciliación, de unidad».
Comentó que su movimiento «siempre está integrado por católicos, evangélicos, librepensadores».
López Obrador salió del recinto entre gritos de «sí a la vida» y arengas a favor de una de sus contrincantes, la oficialista Vázquez Mota.
Por su parte, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, dijo que en un Estado laico como el mexicano se permite la libertad de profesión de fe, «cualquiera que esa sea».
También se encontraba el aspirante presidencial del minoritario Partido Nueva Alianza (PANAL), Gabriel Quadri, quien, aunque no despertó tanta atención, tuiteó varios mensajes sobre su presencia en la celebración religiosa.
En las elecciones federales de julio próximo se renovará la Presidencia de la República, que hoy está en manos del PAN.
El jefe de Estado de México es el presidente Felipe Calderón, que asumió el poder en 2006 de manos de Vicente Fox, también de su mismo partido, quien en 2000 se convirtió en el primer político mexicano no procedente del PRI en gobernar el país desde 1929.
