Madrid– El hispano-hondureño Elvin Josué Canales, medallista de bronce en los 800 metros de los Mundiales de pista cubierta de Nanjing (China), declaró este martes a EFE que vive «un momento de felicidad máxima» que le hace no quererse «ni ir a dormir» para seguir disfrutando de la proeza de conquistar un metal en un gran campeonato internacional.
Canales, de 23 años y de origen hondureño, concluyó una excelente temporada de pista cubierta en China. Ganó la medalla de bronce en Nanjing, fue quinto en los Europeos de Apeldoorn (Países Bajos) hace casi tres semanas y batió el récord de España bajo techo con 1:44.65.
«Es mi primera medalla internacional, mi primer Mundial bajo techo y me quito la espina del Europeo. Creo que se me vio al ganarla, que no me pude contener la alegría. De hecho, yo creo que parecía que había ganado, pero por la efusividad de mi celebración. No puedo estar más feliz», dijo a EFE Canales, tras aterrizar con el equipo nacional en el aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez.
«El primer día sí que recordaba todo el trabajo y me emocionaba. Nunca había llorado tanto de la alegría. Lloré nada más acabar la carrera, luego en el momento del podio. También fue algo brutal y compartirlo con esta selección ha sido algo tan especial y tan bonito. Ha tenido recompensas ese trabajo. Entonces estoy como que no me quiero ni ir a dormir. Soy un chico feliz. Es un momento de felicidad máxima», manifestó.
Elvin Josué Canales, que nació en el Municipio del Distrito Central hace 23 años, ha competido también con Honduras. Fue plata en los 800 metros de los Juegos Centroamericanos de 2017 y fue campeón centroamericano en 800 y 1500 metros en San José 2020.
Llegó a España con tres años para vivir en Girona (Cataluña). Tras el divorcio de sus padres la estabilidad personal, aunque con pocos recursos económicos, la encontró con su abuela, Ruth Liliana. Todo cambió cuando en 2022 entró al Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, dónde se le asignó la habitación 313, a la que siempre hace referencia.
«Mi abuela, Ruth Liliana, me dio esa estabilidad que necesitaba ese chico antes de entrar a al CAR de Sant Cugat, con lo poco que tenía entonces. Es obvio que siempre pienso en ella, siempre la tengo presente, al igual que mucha gente que muchas veces no menciono. Son los que están ahí y los que han estado cada día antes de irme a la 313», comentó.
Después de la intensa temporada de pista cubierta realizada, el próximo reto de Canales es el aire libre.
«Lo que resta de temporada ya lo iremos viendo. Queda el Europeo por países de Madrid (junio), que si estoy seleccionado será la siguiente internacionalidad. Tokio queda lejos (septiembre) pero al mismo tiempo me da ese margen para descansar un poquito y afrontar esos Mundiales con todo», concluyó. EFE