spot_img

Caficultores anuncian marchas porque quieren aumentar su rosario de tributos y retenciones

Por:

Compartir esta noticia:

Tegucigalpa – Un nuevo impuesto pende sobre las los productores de café en Honduras que ya afrontan una serie de tributos y retenciones de los cuales desconocen su destino.
 

La intención de dirigentes, confabulados con un ala del sector exportador, busca restar el valor de entre cinco y seis libras del grano al producto recibido, en calidad de pérdidas por la resaca.

Pero líderes locales y caficultores independientes han determinado no aceptar la medida que es considerada como “un nuevo atraco” y anuncian protestas para revertir la decisión.

La lucha no es fácil, dicen sus dirigentes, porque enfrentan a una estructura organizada y con profundos intereses.

Movilizaciones

Por ello, los productores determinaron realizar movilizaciones pacíficas hacia la capital hondureña.

La preocupación de los productores se debe a que esta retención se sumaría a un rosario de deducciones y pagos a los que los caficultores son obligados, sin que exista rendición de cuentas.

Los productores, unos 100 mil, que tienen, en su mayoría, parcelas menores de 10 manzanas, son castigados con una retención de nueve dólares por saco del aromático grano, en su calidad de oro exportable.

Este fondo, que debe ser reintegrado a los caficultores no siempre llega íntegro al productor y su retraso en ser retornado genera más dudas que respuestas.

Igualmente, el caficultor carga con el pago de 4.25 de dólar como impuesto de exportación. Este fondo es distribuido entre el Instituto Hondureño del Café al que le corresponde un dólar e igual cantidad reciben las organizaciones Ahprocafe y Anacafe, aunque el productor no esté afilado a alguna de ellas.

Asimismo, corresponde 1.25 de dólar al Fondo Cafetero Nacional, encargado del arreglo de carreteras y caminos que comunican las fincas con las zonas de comercialización. Pero las zonas productoras siguen en el abandono y sus carretearas destruidas en su mayoría.

Adicional a estos pagos, los caficultores afrontan el diferencial por calidad del producto que varia cada semana y que en la actual es de tres dólares.

Los productores hondureños además deben lidiar con costos financieros que rondan por el 15 por ciento en relación al valor del saco del grano, más el valor de la preparación, trillado y pulido del producto que tiene un costo de entre 17 y 22 dólares.

Así, la realidad de los cafetaleros hondureños no tiene parangón con las impresionantes cifras que manejan sus dirigentes quienes ubican la realidad de la producción en escenarios diferentes al que viven en Santa Bárbara, Intibucá, Copán, Lempira o El Paraíso, quienes siembran y cultivan el grano, alejados de un excepcional lujo en el que viven sus dirigentes.
spot_img
spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_img
spot_img
spot_imgspot_img