El ministro guatemalteco del Interior, Francisco Jiménez, anunció a la prensa que Castillo fue detenido en una lujosa residencia de su propiedad, durante un allanamiento realizado por las fuerzas de seguridad.
Castillo será trasladado en las próximas horas a la capital guatemalteca, bajo estrictas medidas de seguridad, para ser interrogado por el juez penal a cargo de la investigación de este caso.
«Al verse copado por los agentes, Castillo no opuso resistencia», aseguró Jiménez.
El ex legislador, que permanecía prófugo de la Justicia guatemalteca desde enero pasado, es acusado por la Fiscalía de este país de haber «ordenado y coordinado» el asesinato de los diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano (PARLACEN).
Los cadáveres calcinados de los diputados centroamericanos Eduardo D’Aubuisson, William Pichinte, José Ramón González, y el chófer y agente de seguridad, Gerardo Napoleón Ramírez, fueron hallados el 19 de febrero del año pasado en una zona rural del este de Guatemala.
Según la Fiscalía, Castillo habría sostenido más de un centenar de llamas telefónicas con Carlos Gutiérrez, alias «Montaña 3», quien es señalado de coordinar el cuádruple asesinato.
«Montaña 3» permanece en prisión desde el pasado 3 de enero, tras haber sido capturado en una población fronteriza con El Salvador, y es procesado por los delitos de asociación ilícita y conspiración para delinquir.
El ministerio guatemalteco del Interior había ofrecido una recompensa de 100.00 quetzales (unos 13.000 dólares) a quien diera información que permitiera la detención del ex legislador.
Gutiérrez y Castillo, según la Fiscalía, dirigían la denominada «Banda de Jalpatagua», una organización criminal dedicada al robo de vehículos y al narcotráfico que opera entre Guatemala y El Salvador.
En mayo del año pasado fueron capturadas cinco personas, entre ellas una mujer, por su supuesta participación en el cuádruple asesinato, como posibles integrantes de esa banda.
Los agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala Luis Arturo Herrera López, José Adolfo Gutiérrez, Marvin Langen Escobar Méndez y José Korki López Arreaga, fueron capturados el 22 de febrero de ese año, señalados como autores materiales del crimen, pero tres días después fueron asesinados en el interior de la prisión de máxima seguridad en la que fueron recluidos.