Ciudad de Panamá – El tránsito de migrantes por el Darién, la selva fronteriza entre Panamá y Colombia, cayó un 93 % en los primeros 23 días de 2025 en comparación con el mismo lapso del año anterior, al registrarse solo el paso de 1.710 personas en lo que va de enero.
En concreto, el Gobierno panameño informó este viernes que hasta ayer habían cruzado el Darién 1.710 migrantes, en su mayoría colombianos, venezolanos, ecuatorianos e indios, lo que supone una drástica caída respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se registraron 23.099 migrantes en tránsito.
Eso «representa una diferencia de 21.389 personas y una reducción porcentual del 93 %», según destaca un comunicado del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá.
La semana pasada, las autoridades panameñas ya comunicaron que había una tendencia al descenso al detallar que entre el 1 y el 14 de enero de este año 9.002 personas llegaron al país centroamericano tras cruzar el Darién. Sin embargo, una fuente oficial dijo a EFE este viernes que hubo un error en las estadísticas y que oficialmente el paso ha sido mucho menor, de 1.710 personas en los primeros 23 días de 2025.
Los migrantes que se dirigen hacia Norteamérica – principalmente Estados Unidos- atravesando esa peligrosa jungla han disminuido debido, según las autoridades panameñas, a las políticas implementadas por el Ejecutivo del presidente José Raúl Mulino como cerrar pasos no autorizados y las devoluciones en vuelos pagados por EE.UU..
Esas restricciones están vigentes desde el año pasado, que cerró con un total de 300.549 migrantes que llegaron a Panamá tras cruzar el Darién, un 41 % menor que la cifra récord de 511.103 de 2023, de acuerdo con las estadísticas oficiales citadas el pasado 2 de enero por el presidente panameño en una rendición de cuentas ante el Parlamento.
Además, según las estadísticas panameñas, al menos 55 migrantes murieron en la selva por diferentes motivos, incluidos asaltos, ataque de animales, enfermedad o fatiga, una cifra que podría ser el «doble» dada la dificultad de hallar los cuerpos en esa peligrosa selva.
La situación para los migrantes se complica además después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desactivó las facilidades para los solicitantes de asilo que podían esperar por la resolución de sus casos en territorio estadounidense y autorizó las redadas contra migrantes indocumentados en iglesias, colegios y hospitales con el fin de concretar la mayor deportación masiva en su país.
También la decisión de Estados Unidos de cancelar las citas a través del programa CBP One ha generado incertidumbre entre las miles de personas migrantes varadas en la frontera norte de México, región que atraviesa un profundo desafío logístico y humanitario.
Ante esas políticas anunciadas por Trump, las autoridades panameñas aseguraron que su policía fronteriza se estaba «preparando para diferentes escenarios», tanto de una mayor caída en el cruce por el Darién, como un alza de los que puedan emprender su regreso a Suramérica. JS