Nueva York – El 7 de febrero de 1964, la banda británica The Beatles aterrizó en la ciudad de Nueva York para iniciar una gira de 14 días por Estados Unidos. En el mismo aeropuerto, ya les estaban esperando unos 3.000 fans, la mayoría mujeres.
El documental ‘Beatles ’64’, dirigido por David Tedeschi y producido por Martin Scorsese, se centra en esta primera visita y relata con anécdotas de todo tipo e imágenes inéditas cómo la fiebre de la «beatlemanía» se fue extendiendo por el país. Además, ahonda en lo que significó para John Lennon (1940-1980), Paul McCartney, George Harrison (1943-2001) y Ringo Starr llegar a un país que les había influenciado tanto musicalmente.
Para relatar este tour, el documental remasterizó las imágenes cotidianas del cuarteto que los documentalistas y hermanos Albert y David Maysles filmaron sin parar durante aquel viaje -como la banda leyendo con detalle lo que la prensa estadounidense decía del grupo, o las constantes bromas que se hacían entre ellos-; así como ruedas de prensa, entrevistas y los conciertos que la banda dio.
Del Hotel Plaza a Harlem
«Parte de lo extraordinario de la película es que captura a los Beatles como eran», anota Tedeschi a EFE desde la planta doce del Hotel Plaza de Nueva York, la misma en la que The Beatles pasaron sus primeras noches en la Gran Manzana.
El director anota que en el documental -que se estrenará el 29 de noviembre en Disney+- la cantante Ronnie Spector relata cómo los británicos le confesaron sentirse «atrapados» en el lujoso hotel al estar «rodeados de miles de fans», y por ello en sus visitas Ronnie decide sacarlos de allí para hacerles descubrir la ciudad.
«Los lleva a un asador en Harlem, sabiendo que nadie los reconocería allí. Por supuesto, ellos querían ver Nueva York. No tenemos el metraje de The Beatles en Harlem, pero (la anécdota) nos da un indicativo de lo que buscaban», anota Tedeschi.
La beatlemanía para ‘curar’ el duelo por el asesinato de Kennedy
Lo que sí se ve en el documental de 106 minutos son los constantes gritos de los fans y cómo muchas chicas jóvenes les esperaban a la salida del hotel o incluso intentaban -sin éxito- colarse en sus habitaciones.
«Era como estar en el ojo de un huracán, nos estaba pasando y era difícil verlo», explica John Lennon en una de las entrevistas de la cinta.
Por su parte, Ringo Starr, que fue entrevistado por Scorsese para el documental, recuerda ese momento de euforia por la banda como ellos siendo «los normales» y el resto del mundo siendo los «locos».
Paul McCartney da una pista de por qué esa euforia: según él, tuvo que ver que en el momento de su llegada a EE. UU., solo habían pasado tres meses desde el asesinato del presidente John F. Kennedy. Entonces, la nación estaba inmersa en el duelo y necesitaba algo positivo y alentador.
«Necesitaban algo como The Beatles que levantase el ánimo y dijese: ‘La vida sigue'», anota en la cinta el cantante.
La influencia de EE.UU. en la banda
En su viaje, la banda recorrió Nueva York, Washington, D.C. y Miami. A los dos días de llegar tocaron en el programa ‘The Ed Sullivan Show’ sus canciones: ‘She Loves You’, ‘I Saw Her Standing There’, ‘All My Loving’, ‘Till There Was You’ y ‘I Want To Hold Your Hand’. Actuación que cautivó a más de 73 millones de espectadores, lo que se tradujo en el evento televisivo más visto de su época.
Pese a que durante el documental se ve cómo la banda solía hacer bromas sobre el acento de los norteamericanos y de lo eufóricos que eran al hablar, también se ilustra la gran influencia de EE. UU. en la música del grupo de Liverpool.
Paul McCartney recuerda que la primera vez que tocaron ‘She Loves You’ fue a su padre, quien pidió que cambiasen el «yeah» del estribillo por «yes», para evitar «americanismos». Algo que la banda se negó a hacer.
Uno de los ídolos de The Beatles era Smokey Robinson, quien anota en una entrevista que ellos fueron el primer grupo blanco al que escuchó decir: «Sí, crecimos escuchando música negra».
«(The Beatles) tenían un aprecio por la música estadounidense que los estadounidenses ni siquiera tenían. Esa es una de las cosas que se pone de manifiesto en la película», anota a EFE Margaret Bodde, productora del documental. EFE
(vc)