Washington – El directorio ejecutivo del Banco Mundial aprobó un crédito de 45 millones de dólares para un proyecto de mejorar el suministro de agua potable en zonas urbanas en Honduras y que beneficiará a 360 mil hogares.
El proyecto de fortalecimiento del servicio urbano en Honduras busca mejorar la calidad, eficiencia y resiliencia de los servicios de agua potable y apoyar a municipios, prestadores, participantes a responder a las necesidades para la población creciente en ciudades intermedias y menores del país.
“La implementación de este Proyecto va a ayudar a reducir los riesgos de transmisión de enfermedades, estimular la economía con inversiones para la construcción y, con ello, generar empleos. Además de promover suministro de agua segura y confiable a los hogares”, dijo Rocío Tábora, ministra de Finanzas.
El proyecto apoyará el establecimiento y operacionalización de prestadores urbanos del servicio mediante el financiamiento de bienes y obras para rehabilitar y mejorar sistemas urbanos de suministro de agua potable.
Asimismo, proveerá asistencia técnica para el fortalecimiento institucional del Ente Regulador de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento (ERSAPS), encargado a nivel nacional de la regulación de los prestadores de servicios de agua potable y saneamiento.
El crédito también financiará intervenciones a corto plazo en municipios urbanos a fin de mitigar los efectos de la pandemia a través del suministro de agua y mediante subsidios a las tarifas sociales priorizando a grupos vulnerables, poblaciones desatendidas y consumidores de bajos ingresos.
“Se espera que este proyecto contribuya a duplicar las horas de continuidad del servicio de agua de los proveedores participantes, lo que va a reducir las dificultades que enfrentan residentes urbanos en sus hogares», dijo Boris Weber, representante residente del Banco Mundial en Honduras.
Agregó que el acceso al servicio de agua potable es crucial para el consumo humano y las necesidades de seguridad alimentaria y nutrición, pero también para prevenir la propagación de COVID y otras enfermedades.
Este proyecto se diseñó sobre la base de los resultados del Proyecto de Modernización del Sector de Agua y Saneamiento (Promosas), que contó con apoyo del Banco Mundial y finalizó su implementación en 2016.
Estos proveedores municipales ahora brindan servicios de agua y saneamiento de mayor calidad y con una gestión más eficiente, lo que les permite recuperar costos operativos y, en algunos casos, generar ingresos para invertir en mejoras o reparaciones significativas.
