Los enfrentamientos tuvieron lugar en la golpeada región de Guta, donde rebeldes sirios combatieron a las fuerzas gubernamentales y a sus aliados.
Por el lado de los opositores al régimen fallecieron 55 rebeldes y 41 miembros de los grupos yihadistas Estado Islámico de Irak y del Levante y el Frente Al Nusra, ambos vinculados a la red terrorista Al Qaeda.
Del bando fiel al régimen del presidente Bachar al Asad murieron 36 soldados, 20 milicianos chiítas miembros de la organización Abu Fadl al Abás, que incluye combatientes de diferentes nacionalidades, y ocho miembros de la Defensa Nacional, en una contienda en la que también participa el grupo chií libanés de Hizbulá.
Además, al menos cinco activistas resultaron muertos mientras cubrían la información de las batallas.
El OSDH aseguró que las fuerzas gubernamentales bombardearon también las localidades de Zabadani (al noroeste de Damasco), Muadamiat al Sham (al oeste de la capital siria) y Al Maliha (al este de Damasco), sin que se sepan otros detalles de esta nueva ofensiva.
La región oriental de Guta fue escenario de un ataque químico perpetrado por las fuerzas del régimen sirio el pasado 21 de agosto, en el que perdieron la vida más de 1.400 personas, según denunciaron grupos opositores.
