Tegucigalpa – En medio de la expectativa mundial por la elección del próximo pontífice, el arzobispo de Tegucigalpa, monseñor Vicente Nácher Tatay, expresó que “el único que sabe quién será el nuevo Papa es el Señor” y llamó a la feligresía hondureña a mantenerse en oración para que la voluntad de Dios se cumpla durante el cónclave.
«Estamos en expectativa, unidos a toda la Iglesia y yo diría que al mundo entero», manifestó el prelado, quien subrayó la importancia de este momento no solo para los católicos, sino también como un acontecimiento espiritual y humano global.
Monseñor Nacher destacó que este 2025, año del Jubileo de la Esperanza, ha motivado a miles de personas a viajar a Roma, y que, simbólicamente, “Roma está llegando al mundo entero a través de los medios”. Según dijo, este flujo de fe expresa un “ir y venir de esperanza, de comunión y de fraternidad humana que es muy hermoso”.
Durante la misa de oración previa al cónclave, recordó, el Evangelio habló de la elección libre de Jesús, señalando que «la clave del buen pastor es el amor», un amor transformador que dio sentido a la venida de Cristo y que será esencial en el nuevo Papa. “Cada quien es elegido en lo suyo para, como Jesucristo, dar la vida. El nuevo Papa estará llamado a amar a toda la Iglesia y en el amor congregarla y, de alguna manera, servir al mundo entero”.
promoción de la paz, una prioridad de la iglesia
El arzobispo también resaltó el papel del Papa Francisco como un líder incansable en la promoción de la paz, afirmando que “la resolución de los conflictos no viene por el miedo ni por el armamentismo, la paz no llega por tener más armas, sino por caminos de diálogo, de escucha, de encuentro y de respeto”.
En ese sentido, añadió que el llamado de la iglesia sigue siendo recalcar el mensaje del Papa Francisco, y pedir en oración sincera para que el nuevo representante de la iglesia católica sea iluminado por el Espíritu Santo, para guiar a sus ovejas como el buen pastor de amor.
Finalmente, Nacher recordó que en muchos lugares del mundo la paz está amenazada y que “hay guerras y conflictos sin vencedores, donde el único que pierde es la humanidad”. Por ello, reiteró que la Iglesia Católica continuará levantando su voz en favor de la paz, mientras el mundo espera al nuevo pastor universal.LB