Tegucigalpa – El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, pidió este domingo, mediante el mensaje de la homilía, aprender de los hondureños que terminaron extraditados y en cárceles de otros países por comercializar con la salud del pueblo mediante la venta de drogas.
– “Con familias desintegradas es imposible cambiar la sociedad”, señaló.
– Pocos se enriquecen a costa de la pobreza de muchos, criticó.
La historia ha enseñado que muchas personas que acumularon propiedades y bienes materiales comerciando con la salud de las personas, difundiendo la droga se encuentran en la cárcel, fuera de su propio país y extraditados en Estados Unidos y aun así no se aprende la lección, señaló el líder católico.
Añadió que el Papa Francisco ha dicho que nunca ha visto un funeral que vaya seguido de un camión de mudanzas, lo que tenemos en este mundo ahí se queda y no nos llevamos ni siquiera la ropa que tenemos puesta porque nos visten cuando morimos.
Asimismo, manifestó que las personas no deben de servir al dinero y al verdadero Dios.
“Lo que dice el texto griego ustedes no pueden servir al dinero y al verdadero Dios, pero se sigue haciendo este culto falso que no lleva a ninguna parte más que al vacío interior”, declaró el Rodríguez.
El Cardenal aseveró que las cosas materiales son buenas siempre que sean para servir el bien común, de todos y compartir para un mundo más justo.
En su mensaje oficiado en la Iglesia Catedral de Tegucigalpa, apuntó que “de que le sirve al ser humano acumular cosas materiales y no crecer como persona y no acumular amor”.
El Cardenal indicó que las personas deben ser responsables de administrar su vida y su salud.
“Lo primero que tenemos que administrar nuestra vida y salud ¿Cuántas campañas se hacen hoy en día para que nos alimentemos sanamente? y no es más fácil comer comida rápida que nos producirá colesterol”, dijo.
Rodríguez puntualizó que “este fenómeno económico en el que estamos inmersos enriquece a unos pocos a costa de la pobreza de muchos, esa globalización que no ha sido más que la globalización del mercado ha desplazado la cultura, un modelo de sociedad basado solamente en valores de tipo económico”.
