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Apertura inteligente es ir al médico si hay síntomas y usar la mascarilla y usarla bien: Cardenal Rodríguez

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Tegucigalpa – En su homilía correspondiente a la solemnidad de Pentecostés, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, señaló que apertura inteligente es acudir al médico si hay algún síntoma, usar la mascarilla y usarla bien, porque ha visto personas que se la ponen en la boca y dejan descubierta la nariz, y esa es la apertura que no es inteligente, otros llevan la mascarilla en la garganta y esa no es apertura inteligente”.

-Pidió al Espíritu Santo llegar a donde hay indiferencia ante el drama de los emigrantes o de aquellos que buscan un refugio.

– La normalidad no va a ser volver atrás, con los mismos vicios, con los mismos pecados, eso sería volver a contagiarse, advierte.

En la misa celebrada en la basílica menor de Suyapa, a puerta cerrada como ha venido aconteciendo desde hace dos meses y medio, el purpurado, advirtió que están aumentando los contagios porque gracias a Dios aumentan los diagnósticos y las pruebas, hay que hacerlas, sólo así se podrá vencer este mal, eso es apertura inteligente.

Apuntó que Pentecostés, que es la comprensión, es el contrapunto de Babel que significa la confusión y la división entre los seres humanos. El prelado preguntó si vivimos en Babel o vivimos en Pentecostés.

“Vivimos divididos por ideologías, por egoísmos, vivimos divididos por odios, resentimientos, rencores, pecados o aceptamos hoy que el Espíritu Santo venga y renueve a nuestra Honduras”, recriminó.

Realmente en nuestro mundo cuando no hay espacio para el Espíritu Santo, se vive en guerra, en división, en violencia y en grandes injusticias y esto es válido también para nuestra iglesia, cuando el Espíritu Santo está ausente en las comunidades, vienen divisiones, enfrentamientos, vienen envidias y maleficencia, murmuraciones, sin el Espíritu Santo en nuestro mundo, en nuestra iglesia, en nuestras relaciones humanas, nos convertimos en la torre de Babel, es decir vivimos en la confusión y no logramos entender, acotó el purpurado.

Señaló que tenemos presente hoy a nuestro mundo está marcado por la pobreza, la violencia, las grandes injusticias y el desamor y precisamente hoy tenemos presente de una manera especial a los que han fallecido a causa de esta gran pandemia del coronavirus, también a los que lloran todavía a causa de tanto dolor y sufrimiento por las consecuencias económicas que estamos padeciendo.

“Deseamos que el amor del Espíritu Santo llegue a todos los rincones de nuestra Honduras y nos haga más solidarios con los que sufren y claro cómo no mencionar aquí a los héroes de este tiempo, a los médicos, paramédicos, enfermeras y enfermeros, a todos los voluntarios, del ejército, de la Policía y también seglares voluntarios que dedican su tiempo a servir y acercarse a los más pobres, solidarios es un don del Espíritu Santo”, destacó el líder religioso.

Añadió que por eso la oración de hoy es “ven Espíritu de Dios, ven a renovar la fas de la tierra, ven a renovar nuestra Honduras, ven donde hay injusticia y violencia, ven donde domina esa confrontación de pandillas y de criminales, ven entre los egoístas que viven sólo para sí mismos, en donde hay indiferencias ante el drama de los emigrantes o de aquellos que buscan un refugio, ven a esta Honduras, confrontada, desorientada y renuévala con tu fuerza, ven y renueva nuestro mundo de hoy tan necesitado de una transformación, ven a nuestro corazón, renueva nuestra vida, concédenos avanzar por los caminos de la justicia y de la paz”.

Pidió disipar las tinieblas de las dudas, derretir el hielo de la indiferencia, fecundar los desiertos de muchas vidas, renovar la fas de la tierra y la fas de Honduras al tiempo que apuntó que entre los siete dones del Espíritu Santo hay cuatro que nos hacen mucha falta en este momento, sabiduría, entendimiento, consejo y ciencia.

“Y esto para qué, para que se pueda dar una verdadera apertura inteligente, apertura inteligente no es simplemente un término de moda, apertura inteligente requiere para cada uno de nosotros, para cada ciudadano, acudir al médico si hay algún síntoma, esa es apertura inteligente, no decir no voy a al médico porque si voy al hospital me voy a contagiar, si ya estás contagiado si tienes síntomas, no pensar que vas a llegar al Hospital del Tórax en la mañana para salir en un ataúd por la tarde”, señaló.

Reiteró que apertura inteligente es acudir al médico si hay algún síntoma, usar la mascarilla y usarla bien, porque ha visto personas que se la ponen en la boca y dejan descubierta la nariz, y esa es la apertura que no es inteligente, otros llevan la mascarilla en la garganta y esa no es apertura inteligente, desinfectarse a tiempo, apertura inteligente, no salir si no es estrictamente necesario, apertura inteligente y un refrán popular dice que más vale prevenir que lamentar.

Criticó que todavía hay algunos un poco cerrados de cabeza por no decir testarudos que piensan que esta epidemia es un invento, desde de aquellos que dicen que la inventó la China, hasta los que dicen que se la inventó la Organización Mundial de la Salud.

Refirió que el papa Francisco escribió ayer que la nueva fase que comenzamos nos pide sabiduría, previsión y cuidado común de manera que todos los esfuerzos y sacrificios hasta ahora realizados no sean en vano.

Dijo a los feligreses que se ha hecho un sacrificio durante dos meses y medio en confinamiento y qué triste que por una imprudencia se perdiera todo lo que se ha ganado en ese sacrificio. “Están aumentando los contagios porque gracias a Dios aumentan los diagnósticos y las pruebas, hay que hacerlas, sólo así se podrá vencer este mal, eso es apertura inteligente”, recalcó.

Subrayó que la esperanza también depende de nosotros y exige que nos ayudemos a mantenerla viva y operante, esa esperanza que también es contagiosa y se nutre y fortalece en el encuentro con los demás y como un don y una tarea que se nos regala para construir esa nueva normalidad que tanto deseamos.

La normalidad no va a ser volver atrás, con los mismos vicios, con los mismos pecados, eso sería volver a contagiarse, la nueva normalidad será un pueblo más sano espiritualmente y físicamente, un pueblo más solidario y no volver a los vicios del pasado que ya empiezan a surgir como una politiquería que parece que se les ha olvidado el bien común, remarcó.

“Un espíritu invisible, un virus quiso paralizarnos, un espíritu divino, el Espíritu Santo, nos trae el don de la fortaleza para vencerlo, hemos orado en esta secuencia tan bonita, riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas de los pecados, infunde calor de vida en el hielo de la indiferencia, guía al que tuerce el sendero, Espíritu Santo ven y renueva nuestra Honduras y a cada uno de nosotros los hondureños”, puntualizó.

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