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Andry Rajoelina, investido como presidente de Madagascar para un segundo mandato

Antananarivo – El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, fue investido este sábado para un segundo mandato de cinco años, tras ganar las elecciones del pasado 16 de noviembre, boicoteadas por gran parte de la oposición.

«Seré el presidente de todos los malgaches y estoy dispuesto a trabajar con cualquier persona que quiera hacer que el país se desarrolle», dijo el mandatario ante las 40,000 personas congregadas en el Estadio Barea, en la capital, Antananarivo.

«Madagascar ha avanzado hacia el desarrollo a pesar de la covid-19, la crisis mundial y las traiciones políticas», añadió Rajoelina frente a la multitud y bajo la atenta mirada de unos 6.000 agentes de la Policía, la Gendarmería y el Ejército desplegados para garantizar la seguridad.

En su discurso, el presidente abordó diferentes temas, como el desarrollo social, la planificación familiar y el aumento del poder adquisitivo de los funcionarios.

Varios líderes africanos asistieron a la ceremonia, incluyendo el presidente de turno de la Unión Africana (UA) y jefe de Estado de Comoras, Azali Assoumani, y los presidentes de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa; Angola, João Lourenço; Mozambique, Filipe Nyusi; Guinea-Bisáu, Umaro Sissoco Embaló; y Mauricio, Prithvirajsing Roopun.

Los grandes ausentes fueron los expresidentes malgaches Marc Ravalomanana (2022-2009) y Hery Rajaonarimampianina (2014-2018), ambos candidatos presidenciales en los comicios de noviembre, lo que confirmó la ruptura entre Rajoelina y la oposición.

El Alto Tribunal Constitucional (HCC, en francés) de Madagascar ratificó el pasado 1 de diciembre la victoria por mayoría absoluta de Rajoelina con el 58,96 % de los votos, confirmando así los resultados finales provisionales publicados antes por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI).

Esas cifras permitieron al mandatario evitar una segunda vuelta electoral en un momento histórico para esta enorme isla del océano Índico situada frente a las costas de Mozambique, al ser la primera victoria de un candidato en la primera vuelta de unas elecciones presidenciales desde el inicio de la Cuarta República malgache, en 2010.

Aunque los comicios se vieron envueltos en la polémica, ninguno de los quince recursos interpuestos por supuestas irregularidades salió adelante finalmente, después de que el HCC desestimara algunos por falta de pruebas y se declarara incompetente para juzgar otros.

Nueve de ellos fueron presentados por el diputado opositor Siteny Randrianasoloniaiko, que quedó en segunda posición con el 14.39 % de los sufragios, y seis, por el propio Rajoelina, que argumentó haber obtenido más votos de los registrados.

La oposición ha mantenido silencio desde entonces, después de que once candidatos descontentos ya adelantaran antes del anuncio de los resultados que no los reconocerían, al considerar que la votación estuvo plagada de irregularidades.

Las elecciones se celebraron en medio de una elevada tensión política tras una campaña marcada por las protestas contra el mandatario saliente y el llamamiento al boicot de las elecciones por parte de diez aspirantes opositores.

Asimismo, dos coroneles fueron detenidos bajo la acusación de incitar a un golpe de Estado antes de las elecciones, al intentar sobornar a generales para que lo perpetraran.

Rajoelina, un expinchadiscos de 49 años, llegó por primera vez al poder en un golpe de Estado en 2009 que derrocó a Ravalomanana, entonces presidente, y dimitió en 2014 como líder de una autoridad de transición.

El dirigente obtuvo su primer mandato tras ganar las elecciones de 2018, en las que venció a Ravalomanana.

La Constitución malgache prevé un máximo de dos mandatos presidenciales de cinco años. EFE

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