Tocoa (Honduras) – El analista Filadelfo Martínez dijo este martes que el ambientalista hondureño Juan López asesinado en Tocoa en el departamento de Colón, en el este de Honduras, el 14 de septiembre de 2024, fue «la síntesis de una lucha que en los últimos años ha cobrado una dimensión bastante compleja» en el país.
«Juan es de esa camada de dirigentes y líderes populares bastante enfocados en el tema ambiental formados por la Iglesia católica, que tiene una larga tradición de acompañamiento a todos estos movimientos, esencialmente en el valle del Aguán», Tocoa, indicó Martínez a EFE.
El crimen contra Juan López, de 46 años, fue recordado hoy con una eucaristía dijo a EFE el párroco de la Iglesia San Isidro, en Tocoa, Carlos Orellana.
Martínez señaló que Juan López fue «una combinación de la persona celebradora de la palabra y comprometido con el mensaje cristiano, pero también comprometido con las causas que desde hace más de dos décadas en el valle del Aguán (Colón) están muy enfocadas en el tema ambiental, por el tema del extractivismo, por el tema asociado a la dotación de los recursos naturales en esta zona».
Añadió que la lucha por la defensa de los intereses de la comunidad, que defendió el ambientalista asesinado, va acompañada de una lucha contra la presencia del crimen organizado, muy diseminada por toda la zona y muy articulada al tema de la penetración de los partidos políticos.
En su opinión, «Juan era una voz muy beligerante que denunció públicamente al alcalde de Tocoa (Adán Funez), un personaje vinculado a actividades ilegales en el país».
«Creo que es un intento de este grupo de poder de acallar, no la voz de Juan, sino la voz de un movimiento poderoso que surge acompañado por la Iglesia católica que intenta renovarse», enfatizó.
Señaló además que las últimas palabras de Juan López, quien se oponía a un proyecto de una empresa minera en Colón, «fueron precisamente una denuncia muy fuerte contra la figura del alcalde de Tocoa».
A Juan López, «le conocí en esa lucha y una característica muy importante de este tipo de líderes, es su modestia, su humildad y su compromiso con los sectores más golpeados por la presencia del capital transnacional ilegal que opera en toda esa zona del valle del Aguán», acotó Martínez.
El párroco de Tocoa subrayó que Juan López, un predicador, fue «un hombre que se enfrentó y dijo la verdad, denunció las injusticias, la corrupción y todo aquello que causa muerte a nosotros».
Juan López, quien era concejal de la Alcaldía de Tocoa, por el gobernante partido Libertad y Refundación (Libre), fue asesinado en el interior de su vehículo en horas de la noche del 14 de septiembre de 2024, luego de salir de un servicio religioso en el barrio Fabio Ochoa.
Entre la Iglesia católica, organismos ambientalistas y de derechos humanos, y otros sectores, afirman que en el asesinato están implicados ejecutivos de la empresa minera Pinares Ecotec y el alcalde de Tocoa, también del partido Libre y muy cercano a Manuel Zelaya, coordinador general de ese instituto político, expresidente del país, esposo y asesor de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
A inicios de septiembre, Juan López le pidió a Adán Funez que renunciara como alcalde, luego de que éste apareciera en un video, de 2013, con Carlos Zelaya, hermano del expresidente hondureño, y narcotraficantes, negociando sobornos para la campaña electoral de Libre de ese año, en un nuevo escándalo sobre nexos entre el narcotráfico y políticos, de varios partidos, de vieja data.
El sacerdote jesuita Ismael Moreno, quien conoció bien al ambientalista asesinado, dijo hoy: «Cuatro meses del crimen de Juan López. Mientras crece la bulla electoral más ensordecedor es el silencio sobre las investigaciones sobre sus asesinos y sobre lo que provocó el crimen». JS