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Algunas actividades económicas comienzan a recuperarse en Honduras en medio de la pandemia

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Tegucigalpa – Según un reciente informe elaborado por la subgerencia de estudios económicos de Departamento de Estadísticas Macroeconómicas del Banco Central de Honduras (BCH), algunas industrias del país han comenzado su recuperación.

Telecomunicaciones reflejó un incremento de 4.2 por ciento, originado por el crecimiento en los servicios de internet para realizar teletrabajo, videoconferencias, aulas virtuales y entretenimiento.

En el informe, el BCH destaca que a pesar de las medidas de confinamiento y cierre como parte de la emergencia por la pandemia, en el informe sobre el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE), al primer semestre de 2020, hay actividades económicas que han comenzado a mostrar una recuperación.

Señala que desde abril, los sectores que han mostrado un crecimiento son telecomunicaciones y la intermediación financiera, pero ya en junio, minería, ganadería y pesca, han empezado a reportar crecimiento, igualmente, elaboración de alimentos, principalmente los vinculados con la harina, las panaderías, así como el rubro de la industria química que son actividades que comienzan a reportar crecimiento a raíz de la reapertura progresiva de la economía.

El documento alude que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), publicó recientemente las proyecciones de crecimiento del PIB para los países de Centroamérica; denotándose que la contracción de la actividad económica se ha agudizado producto de la pandemia del COVID-19.

Así el IMAE, acumulado a mayo de 2020, muestra disminución de la actividad económica a nivel de la región, principalmente por la caída en el comercio; hoteles y restaurantes; construcción; y la manufactura; efecto de la disminución en la demanda externa e interna y el cierre obligatorio de empresas y paralización del rubro turístico, derivado de las medidas aplicadas para combatir la propagación del coronavirus.

Contexto nacional

El impacto de la crisis sanitaria del COVID-19 sobre la economía del país en el primer semestre de 2020 se ve reflejado en el resultado del IMAE, al mostrar este indicador una caída de 10 por ciento de forma acumulada en su serie original (aumento de 2.4 por ciento en similar período de 2019). Este resultado implica una contracción de 13.4 por ciento en términos interanuales a junio, reportando una mejoría respecto a los comportamientos mostrados en abril y mayo, dada la reapertura gradual en algunas actividades económicas.

Las actividades más afectadas, según el orden de contribución al comportamiento negativo del IMAE total fueron: industria manufacturera; comercio; construcción privada; hoteles y restaurantes; y transporte y almacenamiento; asimismo, se suma la baja en la recaudación de impuestos. En contraste, aportaron de manera positiva los servicios de telecomunicaciones e intermediación financiera.

Desempeño del IMAE

La industria manufacturera, refleja una caída de 22.6 por ciento (alza de 0.4 por ciento en igual período de 2019), originada principalmente por la reducción en la producción de textiles y prendas de vestir, la cual reportó una variación acumulada de -43.1 por ciento, y la fabricación de maquinaria y equipo -arneses- con una disminución de 39.2 por ciento; actividades que en conjunto representan el 77 por ciento del total de la industria.

Dicho resultado fue provocado por la baja en la demanda de estos bienes por parte del mercado externo, en particular el estadounidense junto a la suspensión de labores de las empresas a partir del 16 de marzo, como medida de control de la pandemia.

No obstante, algunas empresas maquiladoras reiniciaron operaciones a partir de junio, ante la necesidad y la demanda doméstica en el rubro de salud, de producir equipo de bioseguridad como mascarillas y batas.

Por su parte, el rubro de alimentos, bebidas y tabaco registró una variación negativa de 4.3 por ciento, derivada del beneficiado de café; por menor procesamiento del grano; destacando que, según el Informe del Mercado del Café presentado por la Organización Internacional del Café a junio 2020, la perspectiva mundial en cuanto a la demanda y precio de café es pesimista, dada la expectativa de mayor cosecha en Brasil; presionando los precios a la baja.

Igualmente, la elaboración de bebidas -especialmente cervezas, refrescos, aguardientes y licores-, por caída en el consumo doméstico, en bares y restaurantes; y la elaboración de productos de tabaco, por menores pedidos del exterior.

Algunos crecimientos

No obstante, se presentó crecimiento en la elaboración de harinas y panaderías; aguas minerales; aceites y grasas de origen vegetal; productos lácteos; y productos cárnicos (carne de pollo y producción de embutidos); para abastecer el consumo nacional y garantizar el acceso de productos alimenticios a la población.

De igual manera, se observó desempeño positivo en la elaboración de pescado preparado (tilapia), principalmente el destinado a la exportación.

En tanto, la producción de minerales no metálicos varió en -32.3 por ciento, debido a la reducción en el volumen en la fabricación de cemento y artículos de hormigón; mientras que la industria básica de fundición de hierro denotó una caída de 40.1 por ciento, explicada por la menor fabricación de varilla de hierro. Ambas actividades asociadas a la contracción registrada en la construcción pública y privada.

El comercio de bienes y servicios denota una contracción de 13.2 por ciento (2.3 por ciento en similar período de 2019), explicada por las menores ventas -en términos de volumen- de bebidas alcohólicas, equipo de transporte, prendas de vestir, aparatos de uso doméstico, productos de ferretería (cemento) y productos de petróleo refinado (gasolina y diesel).

Por su parte, el desempeño de los servicios de hoteles y restaurantes se redujo en 46.4 por ciento (aumento de 5.6 por ciento a junio del año anterior), por la restricción de movilidad de turistas a nivel nacional e internacional, aunado a la reducción de los servicios de restaurantes, ambas por efectos de las medidas de contención del COVID-19.

La actividad de la construcción privada registró caída de 33.9 por ciento (5.2 por ciento a junio de 2019), resultado de la paralización en la edificación de proyectos urbanísticos; en tanto, de forma interanual, en junio se registró mejoría dada la reactivación gradual del rubro.

De igual forma, el transporte y almacenamiento se contrajo 18.1 por ciento (incremento de 1.6 por ciento igual lapso de 2019), asociado a la suspensión en el servicio de transporte de pasajeros (urbano e interurbano) y a la disminución en el traslado -por vía terrestre y marítimo- de bienes destinados al mercado externo y para el consumo doméstico e insumos para la industria manufacturera.

Adicionalmente, contribuyó la baja en los servicios de almacenaje, vinculado con la menor actividad económica y en las importaciones de mercancías (materia prima para la industria textil, arneses).

Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, mostraron una disminución de dos por ciento (-0.1 por ciento a junio de 2019), explicada principalmente por la reducción en las actividades agrícolas del cultivo de café, melones y sandías y banano. Mientras, que el cultivo de granos básicos registró crecimiento consecuencia de condiciones climáticas favorables en comparación al año anterior, cuando se registraron pérdidas.

Asimismo, mostraron comportamiento positivo: el cultivo de tubérculos y hortalizas; palma africana; caña de azúcar y la producción de piñas.

Por su parte, la actividad de avicultura se contrajo en 1.1 por ciento, a raíz de la baja en la cría de aves, determinada por una menor demanda, especialmente de la industria de carne de pollo que se destina a los restaurantes.

Mientras, la pesca se incrementó 1.8 por ciento, asociada con el aumento en la cría de peces, en respuesta a la demanda externa; no obstante, se observó reducción en el volumen de camarón cultivado, explicada por las inundaciones ocurridas durante las tormentas tropicales “Amanda y Cristóbal” a finales de mayo, que causó daños en varias fincas en la zona sur del país.

Telecomunicaciones reflejó un incremento de 4.2 por ciento (3.2 por ciento a junio de 2019), originado por el crecimiento en los servicios de internet para realizar teletrabajo, videoconferencias, aulas virtuales y entretenimiento; de igual manera, contribuyeron al comportamiento positivo, el dinamismo en los servicios de telefonía móvil, televisión por cable y de almacenamiento de datos corporativos.

Intermediación financiera, seguros y fondos de pensiones, registraron un alza de 1.2 por ciento (7.3 por ciento registrado en similar período de 2019), impulsada por la intermediación financiera -aunque a menor ritmo que el año pasado- ante el incremento de los ingresos por concepto de intereses sobre la cartera de préstamos, principalmente sobre las líneas de tarjetas de crédito, fiduciarios y con garantías.

No obstante, la desaceleración observada se derivó de la menor colocación de préstamos, reduciendo los intereses y comisiones.

Por su parte, las compañías aseguradoras y los institutos de pensiones reflejaron caída, resultado de la menor colocación de primas de seguros, contrario al aumento de la siniestralidad registrada en los seguros de vida, accidentes y enfermedades; a lo anterior se suma el aumento de beneficios pagados por los fondos previsionales.

(om)

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