Alex Pineda, el formador de talentos que quiere trascender como entrenador

Tegucigalpa – Tuvo una carrera dilatada con el Olimpia y un corto pero buen paso por la Selección de Honduras. Volante de fina actuación, un mago con el balón y con porte elegante de futbolista. Cerebral, creador de espacios y merecedor nato del 10 en su espalda. Ahora se dedica a formar jóvenes talentos en Atlanta, Estados Unidos. Trabaja para forjar su propia historia como entrenador y seguir en el mundo del balompié, él es Alex Mauricio Pineda Chacón. 

– Reconoce en Enrique Grey Fúnez y José de la Paz Herrera a sus mejores técnicos. A Juan Carlos Espinoza el futbolista que lo marcó en su carrera y a José Rafael Ferrari como el gran dirigente del fútbol hondureño.

– Dirigir a Olimpia dentro de algún tiempo en una opción que está en su cabeza.

Este deportista con su marca y tiempos propios, conocido como “El Chele”, nació un 19 de diciembre de 1969 en el municipio de Santa Cruz de Yojoa, Cortés.

Jugó profesionalmente en el Olimpia de Honduras, Correcaminos de México, Sporting Cristal de Perú y Miami Fusion, New England Revolution, Los Ángeles Galaxy, Columbus Crew y Atlanta Silverback, de la MLS de Estados Unidos. Fue internacional con la Selección de Honduras en 45 ocasiones y anotó cinco goles. Con Olimpia hizo 63 en 12 años y es el máximo asistente histórico de la Liga Nacional con 86 pases de gol.

En su vida tuvo cinco hermanos de padre y madre, más otro cinco solo de papá, por lo que suman 11 en total.

Alex y su niñez en Santa Cruz de Yojoa.

El exfutbolista solo tiene palabras de agradecimiento para sus padres: Esmeralda Chacón y Miguel Ángel Pineda (QEPD murió en 2005), a quienes reconoce su formación para la vida; igualmente sus ojos brillan cuando menciona a sus hermanos: Juan Carlos, Miguel Humberto, Liliam Yolanda, Nelson Ramón y Reina Isabel.

Calificó su niñez como la mejor época de su vida, “porque uno no tiene más compromisos que el escolar y los quehaceres de la casa. Nos ponían a barrer, a trapear, a limpiar el patio, en familia nos dividíamos todas las tareas, esa fue la infancia que tuve y la que agradezco a mis padres por esa educación que trato de pasárselas a mis hijas”.

Dijo que como todo niño hondureño practicó el fútbol sin pensar que sería su medio de subsistencia. “Recuerdo que al entrenador de la Sub-17, Enrique Grey Fúnez, le dijo un conocido que en ese momento era diputado (Juan Miranda Toledo) y de paso vecino en la colonia Aurora, que tenía dos cipotes muy buenos (Alex y Juan Carlos Pineda), a lo que le contestó: “pero así me dicen todos, yo aquí necesito excelentes jugadores”.

Así comenzó la aventura de Alex Pineda en el mundo del fútbol, luego se convirtió en el capitán de esa selección Sub-17. Pronto ambos hermanos Pineda Chacón fueron llevados a Olimpia, donde “El Chele” se convertiría en ídolo y leyenda.

El entrevistado no escondió que su sueño de niño era ser doctor para salvar vidas, pero la vida igualmente lo vestiría de blanco – uniforme de Olimpia y de la selección – para alegrar corazones de la hinchada.

Integró la estupenda selección preolímpica de 1992 junto a grandes futbolistas como “Pili” Aguirre, “Chepo” Fernández, Arnold Cruz, “Chacal” Ortega, Néstor Peralta, Camilo Bonilla, César Obando y José Luis López.

Ambicionó perseguir su sueño estudiando la carrera de Química y Farmacia, pero se encontró que los laboratorios eran muy de mañana precisamente a la hora que entrenaba con Olimpia. “A veces las cosas no son siempre como uno quiere, sino lo que va apareciendo y vas visualizando a corto y mediano plazo. Logré sacar 13 clases de la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, pero se me complicó por las ocupaciones y mis salidas a México y Perú”, adicionó.

“El fútbol te atrapa a tiempo completo y ya luego con familia es bastante complicado, sin embargo, he continuado mi carrera como entrenador porque era lo más correlativo con el deporte”, contó.

El equipo que se clasificó al Mundial de Clubes en 2001. Santamaría, Lima, Vásquez, Membreño, González, Cruz, Caballero, Costa, Alex Pineda, Tosello y Flaco Pineda.

Sus hermanos Juan Carlos, Nelsón y Miguel

Alex mantiene un gran respeto y admiración por su hermano Juan Carlos Pineda, un destacado periodista deportivo que dirige programas de la Corporación Televicentro.

Lo calificó como su compañero fiel desde las travesuras de la niñez. “Juan Carlos era más técnico en espacios reducidos, yo tenía visión de campo y mucho ímpetu, mi hermano mayor (Nelson) jugaba de defensa central y tenía mucha elegancia, mientras Miguel tenía un poco de todos y decían incluso que era el mejor”, desglosó.

Recuerda que sus padres lo dejaban a él y Juan Carlos cuidando una pulpería en Santa Cruz de Yojoa, pero se las ingeniaban para salir a jugar la potra al campo del pueblo.

Alex y Juan Carlos en un juego de Olimpia contra los Pumas de la UNAH. Juan José Craniotis es el de en medio.

“A mi hermano le gustaba ponerse en la portería para volar y a mí me gustaba poner pelotas al ángulo haciendo tiros libres. Desde ahí empieza uno y cuando le hago el gol a Pachuca (2001), me doy cuenta de que todas las imágenes de la niñez se vienen en determinado momento de tu vida, por eso creo que todo comienza desde niño”, rememoró.

Con Juan Carlos, – prosiguió, – fuimos los que tuvimos la posibilidad de estar en un ambiente más profesional, lamentablemente él se lesionó muy temprano y no me pudo acompañar en la aventura que tuve de casi 20 años en el fútbol profesional.

Lo considera su alma gemela y lamenta que por las ocupaciones actuales de ambos han perdido un poco esa retroalimentación, “crecimos juntos y tenemos muchas similitudes”, dijo.

Llegada a Olimpia

Aunque la vida terminaría llevándolo al Olimpia en 1987, Alex Pineda recuerda que el dirigente Jerónimo “El Chombo” Sandoval, fue quien lo contactó por primera vez y estuvo a punto de reclutarlo para el Marathón.

Rememoró que fue Kilvet Bertrand y Gilberto Valeriano, ambos directivos de Olimpia, que lo contactaron una oportunidad para ofrecerle jugar en el club más grande de Honduras, a lo que no titubeó para decir que sí. “No me importaba el contrato, lo que quería era pertenecer a Olimpia porque era el equipo de mi niñez, el club que miré ganar. No olvido la final de 1977 que ganó Olimpia 2-0 al Real España, recuerdo que llevaron un león a la cancha y eso me impactó demasiado que dije quiero pertenecer a ese club y esperé 10 años para que esa posibilidad se concretara”, declaró.

Integró uno de los mejores Olimpia junto a Cristian Santamaría, Rudy Williams, Fabio Ulloa, Héctor Medina, Nerlin Membreño, Gregorio Serrano, José Luis Pineda, Mario Pery y Nolberto Martínez.

Su salario mensual fue de 450 lempiras y su primer contrato lo firmó por tres años (1988). “Con mi primer salario me fui a comprar mi “pintía” (ropa y zapatos) para “sabadear” y le regalé 50 lempiras a mi mamá, que lo hice casi siempre”, citó.

Añadió que “en ese momento era más la felicidad que el dinero, pero al final terminé ganando mucho más que el valor monetario”.

Su último estipendio con Olimpia fue de 33 mil lempiras en el torneo de 2000.

Carrera de gloria

En su haber de 12 años con Olimpia, Pineda Chacón logró seis títulos de liga, una copa de campeones de Concacaf (1988), una clasificación al Mundial de Clubes en 2001 y campeón goleador (1992), además de una copa con el Sporting Cristal de Perú y como distinción personal fue bota de oro en la MLS y jugador más valioso del torneo en 2001.

Con una de sus hijas cuando jugaba en Olimpia.

Pineda Chacón dijo que disfrutaba igual asistir a un compañero con un pase a gol, que incluso anotar él mismo, como fue el pase que le puso a Denilson Costa en la final contra Real España de 1998 que significó un título para Olimpia.

Contó que Chelato Uclés lo apodó como “El Relojero” porque en una práctica estuvo bien fino con los pases a sus compañeros.

Dijo no considerarse un ídolo en Olimpia, pero que trabajó para dejar un legado como mediocampista con una base para llegar a este equipo que demanda mucha calidad, compromiso y buen comportamiento. “Dejé un legado de fidelidad en el equipo porque no pertenecí a otro club, fui muy fiel al equipo y nunca lo cambié pese a que en 1989 el Motagua me ofreció un gran contrato, pero al final me enfoqué a ser león y blanco. Soy Olimpia de corazón desde niño y hasta el día que me muera lo seguiré siendo”, dijo.

Asentó que lo dio todo por el Olimpia, que ni él quedó debiendo y tampoco el club, fue un amor recíproco. No era de los jugadores que lloraban después de perder un partido, era más bien un futbolista reflexivo y muy autocritico.

Con 41 años y retirado hace varios años del fútbol Alex Pineda afirmó que “hicimos una “tocazón” como de 25 pases en ese juego ante el Alajuela en el Estadio Nacional, la gente se conectó con nosotros de una manera impresionante que hasta el día de hoy se recuerdan esos episodios de fútbol que quieren seguir viendo en las actuales y futuras generaciones”.

El ex10 del Olimpia reveló que un futbolista que marcó su carrera fue Juan Carlos Espinoza. Primero, fuera de la cancha cuando estaba en la Sub-17; luego como compañero igualmente dejó huella en su fútbol. “Él perteneció a una generación que nos marcó el camino y la responsabilidad de vestir los colores del Olimpia”, reforzó.

No es de los futbolistas que guarda muchas camisetas porque antes la economía y la mercadotécnica de los clubes no eran como ahora, apenas tenían dos para todo el torneo. “Cuando jugué había que ir a ITECH a San Pedro Sula a que hicieran otra camisa cuando se nos dañaba la que usábamos, eran otras épocas por eso no cambiábamos mucho, yo al final de la temporada se las regalaba a Guillermo Fonseca, al doctor Danilo Cruz o un amigo entrañable en Tegucigalpa que se llama Roger Urquía. Creo que no tiene sentido quedarse con ellas si nosotros fuimos los que escribimos la historia, quizás una en un juego especial, pero las demás hay que compartirlas con alguien que las apreciará mejor”, invocó.

Con la tremenda selección Sub-23 que peleó el boleto a Barcelona 1992.

Sobre el extinto presidente del Olimpia, José Rafael Ferrari, dijo que “siempre fue un grande, muy ecuánime, que apoyaba y nos hacía sentir como familia. El mensaje del señor Ferrari era que siempre fuéramos una familia para convivir con las debilidades y fortalezas de todos, creo que eso marcó que los futbolistas fuéramos muy unidos dentro y fuera de la cancha”.

Y preguntado sobre cuál fue el mejor futbolista que tuvo en Olimpia, respondió: “Esa pregunta la voy a pasar porque desde luego Juan Carlos Espinoza fue el más limpio que conocí y del cual aprendí, pero el mejor futbolista engloba mucho y en realidad no tengo uno, eso se lo dejo a la gente”.

Con Nick Carter, ex de los Back Street Boys en los premios ESPN Awards.

Su ocupación actual

Actualmente es uno de los directores de la academia Atlanta Fire United que aglutina unos tres mil niños y jóvenes. Dirige a dos equipos (14 a 16 años) que compiten en todo Estados Unidos.

Con su amigo Arnold Cruz.

Es considerado un formador de talentos de fútbol en la Unión Americana. Tiene licencia A como entrenador, extendida por la Federación de Fútbol de EE. UU. “Estoy al día en cuanto a las tendencias como entrenador y actualmente activo como entrenador de jóvenes”.

Con 16 años de vivir en Atlanta, EEUU, está casado con Rosibel Pineda, con quien procreó dos hijas: Paulette y Alexandra. Cuenta que no están involucradas en el fútbol femenino, pese al auge de este deporte en ese país. “Ellas lo practicaron hasta los 11 años, pero ahora están con baile, música, modelaje y el estudio”.

Consultado sobre dónde se proyecta en un par de años, dijo que “no lo sé, así como nunca me vi en Olimpia, creo que año a año las cosas se van dando. Estuve como asistente técnico de un equipo de la MLS en Los Ángeles, pero no tomé la opción por distintas razones, pero si en estos momentos se da la posibilidad porque hay algunos amigos que están dirigiendo y me llaman pues estoy abierto a las oportunidades”.

Alex en la academia.

Acentuó que también “Olimpia sería una opción posterior que nunca la descarto porque nunca se saben las vueltas de la vida y a lo mejor en el futuro podría ser”.

Con esa reflexión se despidió y aunque no sea un proyecto a corto plazo, sin duda Alex trabajará para cumplir ese cometido, mientras la hinchada olimpista desde ya lo piensa. (JS)  

La entrevista de Alex Pineda Chacón con Proceso Digital.
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