Tegucigalpa – Las autoridades sanitarias de Honduras se encuentran en alerta por la inminente llegada del virus del mayaro, enfermedad que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti que frecuentemente se encuentra en los bosques húmedos y tropicales.
La jefa de la región metropolitana de Salud del Distrito Central, Karla Pavón, explicó que se trata de un nuevo virus que lo transmite el Aedes aegypti y que se conoce como mayaro.
“No queremos más enfermedades, pero puede entrar cualquier virus, lo único que tenemos que hacer es no tener el vector, y el vector es el mosquito que lo tenemos en casa, ese mosquito es hogareño, no es de ríos, es de casa, le gustan las pilas, los barriles”, acotó.
Explicó que el nuevo virus es conocido como al fiebre del mayaro cuyos síntomas incluyen fiebre, dolores articulares, dolores musculares, fatiga y malestar general.
El infectólogo, doctor Tito Alvarado, indicó que “esta es una enfermedad que necesita ser más investigada así como el zika que no se sabía que era en el sentido que solo producía fiebre y luego nos percatamos de la catástrofe de la microcefalia y los pacientes con Guillain Barré”.
Pavón señaló que la epidemia producida por ese mismo mosquito como el dengue, chikungunya y zika, ya está controlada, pero eso no significa que las autoridades y la población principalmente se deben relajar y deben continuar tomando las medidas de prevención en sus hogares.
El portavoz del Hospital Escuela Universitario (HEU), Miguel Osorio, detalló que en ese centro asistencial hay una reducción del 59 por ciento en el caso del dengue en comparación a esta misma época, en la fiebre del chikungunya la reducción es más significativa alcanzando el 91 por ciento y hasta ahora se contabilizan un total de 141 casos diagnosticados con zika ya que este último es un virus nuevo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que los síntomas del virus mayaro son similares a los del dengue y chikungunya, como fiebre de 38 grados o más (de dos a cinco días), dolor en las articulaciones, sarpullidos, dolor de ojos, cabeza, molestias abdominales y mareos. Una similitud con otras enfermedades que dificulta su diagnóstico.
En 1954 el virus fue identificado por primera vez entre los trabajadores forestales de la isla de Trinidad y Tobago, sin embargo la enfermedad no ha presentado grandes brotes. Por ser un virus relativamente nuevo en la región aún se desconoce su potencial y velocidad de contagio.
No existe registro de que el virus produzca microcefalia y tampoco hay reportes de muertes vinculadas al mismo.
