El proyecto fue ejecutado con el apoyo financiero de la Comisión Europea, y apoyado por la Cruz Roja y Care.
En el evento, Álvarez declaró héroes anónimos a los miembros de los Comité de Emergencia Local (CODEL) de Tegucigalpa, porque, dijo, “son los voluntarios que aman a su ciudad, que quieren a su gente y que quieren salvar a su gente”.
Consideró que el CODEM de Tegucigalpa está preparado para hacerle frente a las contingencias que puedan presentarse durante la temporada de lluvias que se avecina, sin embargo, señaló, es necesaria la colaboración gubernamental para construir las obras que ayuden a salvar la vida de unas 300 mil personas que habitan en zonas de alto riesgo.
Añadió que cuando esa gran cantidad de personas se mantienen en constante zozobra por vivir en los sectores vulnerables, el problema deja de ser local para convertirse en nacional, por lo que la alcaldía, el Gobierno Central y el Congreso Nacional, deben preguntarse qué se está haciendo para brindar mayor seguridad a los capitalinos.
Las actuales autoridades locales y gubernamentales tienen que buscar ahora la solución a los problemas de vulnerabilidad de la capital porque son las responsables de lo que pueda pasarle hoy a los pobladores de la ciudad, sin importar que gobiernos anteriores hayan soslayado el compromiso de hacer lo suyo, reconoció.
Insistió en que la capital debe ser apoyada con las obras de prevención y mitigación necesarias, pues la ciudad genera el 50 por ciento de los impuestos que percibe el gobierno para su funcionamiento.
“Si le pasa algo a la ciudad, le pasa algo al país, y la capital es la más vulnerable de todas las ciudades de nuestra querida República”, prosiguió.
La municipalidad está poniendo su parte al construir un canal de alivio en la quebrada El Sapo, con lo que se reduce la probabilidad de que se produzcan inundaciones en los mercados de Comayagüela y los sectores aledaños, así como el dragado y canalización de ríos y quebradas, señaló.
Recordó que estudios elaborados por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la alcaldía y el mismo Gobierno Central establecen que se requiere tres mil millones de lempiras para poder ejecutar las grandes obras que se necesitan para reducir el impacto de los fenómenos naturales.
Con la participación de los CODEL la población estará más tranquila y más segura en la próxima temporada de lluvias, porque la labor conjunta que se realiza en las comunidades permitirá salvar más vidas en el presente año, consideró.
“Preparémonos, capacitémonos cada día más y estemos dispuestos a sacrificar nuestras vidas por las de los niños, los ancianos y los discapacitados, que son nuestra prioridad en esa época”, apuntó.
Estimó que “una comunidad organizada, con conocimientos y con herramientas, es la que podrá dar los primeros pasos una vez que se den las inundaciones, los deslizamientos, derrumbes y otros”.
Con buenos resultados los CODEL han venido participando en ejercicios de evacuación en las comunidades y las escuelas protegidas, ubicadas en las inmediaciones de la quebrada El Sapo.
Además de clausurar el PROMARTE, las autoridades edilicias socializaron con los pobladores del barrio El Reparto, los problemas que genera una falla geológica que hay en la zona, así como el cuidado que deben mantener con los piezómetros e inclinómetros que fueron colocados para monitorear los movimientos de la tierra en el sector.