Carlos Pérez, portavoz de los Bomberos Municipales, dijo a Efe que las personas que murieron -dos hombres de entre 25 y 40 años de edad-, aún no identificadas, viajaban como pasajeros dentro del autobús atacado y fallecieron tras ingresar a la sala de urgencias de un hospital cercano.
Otras 15 personas, también pasajeros, entre ellas varios niños y mujeres, fueron trasladadas por los cuerpos de socorro a hospitales públicos de la capital guatemalteca «en estado delicado», según Pérez.
Un comisario de la Policía Nacional Civil (PNC) dijo a radios locales que el artefacto lanzado por los atacantes en contra del autobús fue «una granada de fragmentación de gran poder».
No hay detenidos por este ataque, según la Policía.
Tras impactar la granada contra la estructura interna del autobús se inició un incendio en su interior lo cual ocasionó quemaduras de primer grado a la mayoría de heridos, así como crisis nerviosas.
El autobús atacado pertenece a la empresa de transporte «La Sanjuanerita» que cubre la ruta entre la capital guatemalteca y la población de San Juan Sacatepéquez, en la periferia oeste de la ciudad.
Unidades de esta línea ha sido objeto de constantes ataques por parte de grupos de delincuentes que exigen a los chóferes y empresarios pagar extorsiones de hasta 100 dólares diarios a cambio de no ser asesinados.
La violencia que afecta a este país centroamericano, generada en su mayoría por las pandillas juveniles, el narcotráfico y grupos del crimen organizado, se cobra cada día la vida de unas 17 personas, según cifras oficiales.
El pasado sábado, según las estadísticas de la PNC, en diferentes hechos de violencia murieron 23 personas, entre ellas seis mujeres y una niña.
