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Al invierno y las ramas atribuye la ENEE los constantes apagones en el país

Tegucigalpa – El subgerente técnico de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Leonardo Deras, atribuyó al invierno y a las ramas de los árboles, las constantes interrupciones del suministro de electricidad que son denunciadas a diario por los abonados al sistema.
 

“Con la llegada del invierno, nosotros experimentamos siempre, algunos problemas de desconexión que están asociados a las lluvias y ramas y cosas por el estilo”, argumentó el funcionario.

Aseguró que la ENEE ha hecho grandes esfuerzos para tratar de minimizar esos problemas con la llegada del invierno mediante el mantenimiento, sin embargo, la red de distribución de la estatal eléctrica es tan vasta y en constante crecimiento mediante el proceso de electrificación rural por parte de las alcaldías, que siempre hay que estar monitoreando las interrupciones.

Deras admitió que hay muchas quejas por parte de la población, principalmente de la región occidental del país, donde se ha estado trabajando fuerte para tratar de minimizar las interrupciones por lo que se ha mejorado la situación en ese sector-

No obstante, reconoció que el problema serio con el suministro de energía eléctrica, se presenta en la zona del litoral Atlántico, una situación histórica que necesitará de grandes decisiones e inversiones.

El funcionario recalcó que esa situación en el litoral Atlántico es producto de malas decisiones ya la planificación de la ENEE, indicaba que desde hace unos cinco años, era necesaria la entrada de nueva generación eléctrica porque las líneas de transmisión que van desde la ciudad de El Progreso, Yoro hasta el Bajo Aguán, iban a comenzar a saturarse.

Señaló que los primeros intentos que se hicieron en ese sentido, fue la instalación de una planta de 50 megavatios en el río Cangrejal, pero aunque el inversionista ya estaba listo para ejecutar el proyecto, hubo oposición de un sector de la población de La Ceiba, lo que evitó que la planta se instalara.

Añadió que el inversionista se fue del país a montar su planta en Guatemala y ahora es irónico que se estén haciendo contactos a nivel de la ENEE para que esa misma planta le venda energía desde el país vecino para proveer el litoral Atlántico.

Relató que el segundo intento que se hizo, fue el contrato directo que se le adjudicó a la Comercializadora de Electricidad Centroamericana (CECSA) para generar electricidad en base a carbón, sin embargo, esa empresa no ha podido instalar la planta, por lo que se hacen grandes esfuerzos para tratar de reactivar el proyecto que representa 150 megavatios lo que resolvería el problema.

El funcionario admitió que han existido problemas y quejas de parte de los abonados por el tiempo que tarde restablecer el servicio desde el momento que se interrumpe, sin embargo, aseveró que hay una mejoría en ese aspecto mediante el uso de teléfonos celulares que permite el reporte desde cualquier lugar por apartado que sea.

Sobre las denuncias de contantes apagones que en casos se presentan hasta tres veces al día en lugares como Siguatepeque y Santa Cruz de Yojoa, Deras arguyó que los apagones no se están dando por déficit de energía o problemas de transformación, pues se han hecho fuertes inversiones para cambiar todos los transformadores de potencia de la subestación en la línea de transmisión de 138 mil voltios que viene desde Cañaveral.

“Los problemas que se están dando es a nivel de distribución y obviamente eso implica inversiones en el mantenimiento”, arguyó el funcionario.

Agregó que el problema en el departamento de Olancho se ha mejorado mediante inversiones en líneas y subestaciones, como la que se ha efectuado en Catacamas que representa una erogación de alrededor de 180 millones de lempiras.

No obstante, advirtió que la solución final en Olancho será la nueva generación de energía que puedan aportar proyectos como el de Patuca III que entrará en funcionamiento en 2014, ya que lo que debilita el servicio en este momento, es que la ENEE tiene que llevar la energía a ese departamento desde Tegucigalpa a través de una línea de transmisión de 69 mil voltios en postes de madera lo que ya está llegando a su capacidad final.

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