Adiós Dr. Haddad

Ramón Romero

Una buena persona ha muerto. Estamos consternados por la partida del Dr. Jorge Haddad Quiñónez, amigo querido de quien recibimos tantas muestras de buena voluntad y cariño. Nuestras condolencias para su esposa, hijos, nietos, hermanos y sobrinos.

Le recordaremos como el caballero que en todo momento supo ser. Trató siempre a cada persona respetando la dignidad inherente al ser humano. Más allá de la posición económico-social o el nivel intelectual de las personas con quienes se relacionó, el más modesto y el más elegante recibieron de él un trato respetuoso, cortés, cálido y sincero.

Su voluntad de servicio fue el regalo que ofreció a quienes se le acercaron o a quienes él buscó. Supo valorar en justa medida a cada persona y reconocer lo mejor de cada uno. Fue en toda circunstancia recto, leal, justo y amable en su trato.

Fue también un leal servidor de su país. Se esforzó porque en Honduras todas las personas pudieran disfrutar de los derechos fundamentales, trabajando de manera especial en favor de los derechos a la salud y la educación.

Aportó a la sociedad y al Estado a lo largo de su vida de manera desinteresada y sin aspavientos, con la convicción de ayudar a construir un mejor país. La última vez que asumió responsabilidades en la vida pública no vaciló en dejar su cómodo retiro y entregarse de lleno a reformar su amada Universidad, empeñando en ello lo mejor de sí mismo.

Médico clínico, directivo de la Universidad y funcionario internacional en la Organización Panamericana de la Salud fueron algunas de las posiciones relevantes que ejerció con responsabilidad y capacidad este sensible humanista de amplia cultura, pianista exquisito, gran conocedor de música, amigo del arte y del pensamiento.

A finales de la década de 1960, siendo profesor de medicina fue designado decano por los profesores y estudiantes de aquella Facultad. Luego el Claustro Pleno le nombró Vice Rector de la UNAH en el rectorado del Licenciado Cecilio Zelaya Lozano.

En el año 2005 asumió la presidencia de la Comisión de Transición, encargada de aplicar la nueva Ley Orgánica de la UNAH e iniciar en consecuencia la reforma de la casa de estudios superiores de Honduras.

Al frente de la Comisión de Transición de la Universidad evidenció una inmensa habilidad y valentía para navegar en aguas traicioneras, sortear los más complejos conflictos, tratar en forma correcta a los violentos opositores a la transformación universitaria, resolver problemas de todo tipo, lograr consensos, acercar colaboradores, construir equipos y obtener resultados.

Junto al doctor Antonio Núñez y los otros miembros de la Comisión de Transición iniciaron la reforma académica y administrativa, sentaron las bases de la nueva institucionalidad universitaria, formularon el Plan General de Reforma de la Universidad y el modelo educativo, integraron los órganos de gobierno y designaron a los decanos y directores regionales que en su mayoría aún ejercen tales funciones.

 

Por todos estos logros el doctor Haddad se ha constituido -junto con la Rectora Castellanos- en las figuras emblemáticas de nuestra reforma universitaria.


Al partir nos lega su profunda lealtad a Honduras y a la Universidad, su convicción reformista, su actitud tolerante e incluyente, su capacidad de diálogo y de crear unidad en la diversidad, de trabajar en equipo y de integrar buenos equipos; su disposición infatigable al trabajo, su buen humor, su amabilidad y su sonrisa permanente. Queda con nosotros el recuerdo y el ejemplo del hombre sencillo, humilde, de palabra cortés, serena y suave pero no menos firme.


¡Descanse en paz hombre de bien y amigo querido!

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