Ramón Custodio, titular del organismo humanitario, afirmó que las personas adultas mayores viven una etapa vulnerable y, en el caso de Honduras, mucho más, ya que entre ellos hay mucha pobreza y la mayoría son aislados, incluso dentro de sus propias familias.
Expresó que entre los principales problemas que aquejan a este grupo poblacional son, entre muchos otros el abandono, la pobreza y la soledad.
Razón por la que, según Custodio, el CONADEH impulsa acciones encaminadas a visualizar la problemática y buscar que se aprueben políticas concretas de atención especial a los adultos mayores.
Declaró que en Honduras, los adultos mayores sobreviven con la indiferencia de las autoridades y muchas veces la de sus mismas familias, quienes no respetan ni sus derechos.
Se estima que hasta el año 2009, la población total de Honduras era de 7, 876,662 de los cuales 586,468 son adultos mayores de 60 años y más, con una población urbana de 267,718
y una rural de 318,750.
Se calcula que la población masculina mayor de 60 años ascendía 279,481 mientras que la femenina era de 306,985, situación que se justifica porque es más alta la tasa de mortalidad de hombres.
En materia educativa, se establece que el 45.2% de la población adulta mayor tiene algún nivel de escolaridad mientras que el 54.8% no tiene ningún nivel de escolaridad.
Otro aspecto a tomar en cuenta es que del porcentaje de la población con algún nivel de escolaridad, el 85%, ha cursado únicamente hasta el nivel primario, un 12% ha cursado el nivel secundario y solo el 3.4% de los adultos mayores han alcanzado algún nivel de educación superior.
Una de los señalamientos del CONADEH es que la gran mayoría de los adultos mayores no cuenta con una pensión o jubilación, y cuando la tienen ésta resulta ser insuficiente para cubrir sus necesidades básicas y mucho menos la de sus familias.
Se estima que del total de la población adulta mayor alrededor del 7% están jubilados y pensionados.
El informe del CONADEH establece que el estado de pobreza también limita el derecho de los adultos mayores a tener una asistencia médica acorde a sus necesidades y a la compra de medicamentos.
Según el documento, los adultos mayores no gozan de la protección de sus derechos, al negárseles -en la mayoría de los casos- los descuentos favorables en los casos de transporte y medicinas, entre otros servicios básicos.
Añade que la pobreza y el abandono se vuelven mucho más acentuados en este sector poblacional, lo que genera una violación sistemática y permanente de sus derechos, siendo excluidos en la mayoría de veces de los sistemas de salud, educación y trabajo.
También se establece que alrededor del 97% de los adultos mayores que se encuentran dentro de sus hogares pasan de ser jefes de familia a ser dependientes de sus hijos y por ende se convierten en “niñeros” por la migración de los adultos jóvenes.
Según el CONADEH, a los adultos mayores se les violentan sus derechos por, negligencia administrativa (21%), malos tratos por parte de particulares (18%), ejercicio indebido del servidor público (12%), derecho a la propiedad (10%), amenazas a muerte (8%), derecho a la salud (8%), derecho al trabajo (8%), al debido proceso (7%).
También son victimas de retardo de justicia, detenciones ilegales, muerte, asistencia jurídica gratuita.
Finalmente el CONADEH concluye que las personas adultas mayores son un recurso humano valioso, con mucha experiencia en sus respectivos campos, sin embargo, la ingratitud comienza cuando en este país se permite que salgan anuncios que digan “se necesitan personas no mayores de 35 años”, lo cual es un irrespeto a la capacidad y la dignidad humana.