William Maloney, economista principal del Banco Mundial (BM), destacó que la región tiene un «don»: los altos precios de las materias primas y los recursos que están generando deben ser invertidos en áreas esenciales para el despegue definitivo, como la educación, la infraestructura, la logística y la innovación.
«De esta forma podemos dar el gran salto», afirmó el funcionario ante unos doscientos asistentes al evento, que en su mayoría eran representantes del sector privado.
Maloney hizo énfasis en que la educación es un factor fundamental de la economía por lo que es necesario mejorar su calidad a fin de formar los futuros profesionales especializados que realmente requiere la región.
«Es sumamente importante como motor de la economía y no sólo en cantidad, sino en calidad. La mayoría de los países han hecho grandes logros en cuanto a la cobertura, pero seguimos con el problema de mejorar la calidad», dijo el economista.
La región, en su opinión, debe capacitar a profesionales que sean necesarios en áreas claves del sector industrial.
«Hay que ponerse las pilas para mejorar la calidad de los estudiantes que salen de la escuela secundaria y en esta misma dirección ser un poco más internacional estudiando fuera de la región, teniendo ideas de cómo funciona el mundo industrial», sugirió Maloney.
Agregó que se deben implantar medidas para transferir de manera más eficaz los conocimientos a la pequeña y mediana industria (PYMES) de mejores prácticas y métodos de organización.
En cuanto a la infraestructura afirmó que es una tarea que Latinoamérica tiene pendiente y es necesaria para seguir impulsando al sector exportador, así como la logística.
La región destina apenas el 1,5 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en inversión para infraestructura, lo que representa unos 45.000 millones de dólares al año, según cifras de CG/LA Infrastructure Strategy Group.
Héctor Morales, representante permanente de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), por su parte, aseveró que los gobiernos latinoamericanos son mayoritariamente democráticos pero deben esforzarse por erradicar la desigualdad.
«Estamos en un periodo importante donde las democracias de la región tienen que trabajar para asegurar que los ciudadanos tengan mas oportunidades sociales y económicas», declaró a los periodistas tras su disertación.
Consideró que todavía hay «bastante exclusión y los niveles de pobreza son los grandes desafíos (de la región)».
«Hay que consolidar esas democracias, el estado de derecho y convertir eso en resultados tangibles, lo que requiere una fuerte participación del sector público. También es fundamental que el sector privado genere trabajo», indicó el funcionario de la OEA.
Francisco Rodríguez, ex jefe asesor económico de la Asamblea Nacional de Venezuela, advirtió de los peligros del deterioro de la institucionalidad en la región cuando surgen gobiernos electos por voto popular y se dan a la tarea de intentar aglutinar a los demás poderes para que funcionen en línea directa con ellos.
«Lo que se está quebrantando ahí es la capacidad de la sociedad de tener formas de establecer poderes de contra peso al ejecutivo. Ese deterioro hay que tomarlo muy en serio porque puede significar un costo muy grave para la gobernabilidad en la región», alertó Rodríguez, que es profesor adjunto de la Universidad de Wesleyan (Connecticut).