Ciudad del Vaticano- El cardenal Robert Sarah, nacido en Ourous (Guinea), aunque desde hace décadas miembro de la Curia de Roma, fue uno de los máximos exponentes de la corriente crítica contra el papa Francisco durante todo su pontificado e incluso con acusaciones de herejía.
Su exposición mediática y sus casi 80 años de edad hacen difícil su elección, pero podría encabezar el área para votar a un conservador en el próximo cónclave, del que saldrá el sucesor del pontífice argentino, fallecido el pasado lunes a los 88 años.
Aunque Sarah ha criticado siempre a los medios de comunicación que le enfrentaban a Francisco, defendiendo que él siempre había sido «fiel», el cardenal fue uno de los purpurados que firmó en 2016 la carta pública expresándole sus «dubia» (dudas) y pidiendo una aclaración sobre las presuntas «herejías» contenidas en su exhortación apostólica sobre la familia, Amoris Laetitia.
Muy cercano a Benedicto XVI, también protagonizó uno de los momentos más tensos en la convivencia que mantuvieron los dos papas al anunciar la publicación de un libro escrito junto a Benedicto XVI en el que se defendía el celibato y que fue considerado por algunos una injerencia en el pontificado del papa Francisco.
El volumen, titulado «De profondeurs de nos coeurs» (Desde lo profundo de nuestros corazones) iba a publicarse en enero en francés por la casa editorial Fayard y llevaba en portada los nombres tanto de Benedicto XVI como de Sarah y la foto de ambos. Tras días de declaraciones y desmentidos la controversia se zanjó con la petición del papa emérito de eliminar su firma y su foto del volumen.
Sarah también tachó de «herejía» la bendición a las parejas homosexuales que se incluía en la declaración «Fiducia supplicans» aprobada por el pontífice.
Nacido el 15 de junio de 1945 en Ourous (Guinea), de padres conversos al cristianismo desde el animismo, se vio obligado a abandonar su hogar, después de terminar la secundaria, para continuar sus estudios en el seminario menor de Bingerville (Costa de Marfil).
Tras la independencia de Guinea en 1958, regresó a su país, completó sus estudios y fue ordenado sacerdote el 20 de julio de 1969 en Conakry. Tras su ordenación, obtuvo la licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y la licenciatura en Sagrada Escritura en el Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén.
Al finalizar sus estudios fue nombrado rector del seminario menor de Kindia y ejerció como párroco en Boké, Katace, Koundara y Ourous. En 1979, a los 34 años, fue nombrado arzobispo de Conakry, convirtiéndose en el obispo más joven del mundo y ganándose el apodo de «obispo bebé» de Juan Pablo II.
Como arzobispo, vivió bajo la dictadura marxista de Ahmed Sékou Touré, quien incluyó a Sarah en una lista negra.
En octubre de 2001, Juan Pablo II nombró a Sarah secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, cargo que ocupó durante casi una década. Al dejar Guinea para asumirlo, recibió la máxima condecoración del país de manos del líder guineano, el general Lansana Conté.
Pero eso no impidió que Sarah criticara públicamente la corrupción y la mala administración del régimen.
Benedicto XVI nombró a Sarah presidente del Pontificio Consejo Cor Unum en 2010 y lo elevó al cardenalato ese mismo año. Participó en el cónclave de 2013 que eligió al papa Francisco.
En 2014, Francisco nombró a Sarah prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cargo que ocupó hasta 2021. Desde su renuncia, Sarah ha sido muy activo en las redes sociales y su cuenta tiene más de 140.000 seguidores y se ha dedicado a dar conferencias por todo el mundo.
«Nuestra fe puede verse sacudida por quienes, incluso dentro de la Iglesia, buscan alterar la verdad revelada de Dios, sembrando confusión en lugar de fomentar la claridad y confirmar la fe. Estas confusiones en la enseñanza amenazan nuestros cimientos cristianos y la esencia misma de la sociedad», dijo en una homilía en Nairobi en 2023. EFE/ir