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Viaje a la imprenta española que alumbró ‘Don Quijote’ en el año 1605

Madrid – ‘En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…’. Estas inmortales palabras quedaron impresas para la posteridad en lo que hoy en día es el barrio de las Letras de Madrid, donde se atesora una réplica exacta de la imprenta que alumbró la primera edición de ‘Don Quijote’, de Miguel de Cervantes.

Lope de Vega, Tirso de Molina, Quevedo o Calderón de la Barca, todos ellos grandes clásicos del Siglo de Oro español, también llevaron sus manuscritos a esta casa, ubicada hoy en la céntrica calle Atocha y ahora sede del espacio cultural Sociedad Cervantina.

Se trata de uno de los pocos edificios del siglo XVI que quedan en pie en la capital española y el único vestigio real que existe en la ciudad del escritor que ideó las aventuras del más ingenioso y famoso de los hidalgos.

“Es el único sitio donde realmente podemos decir que debajo de este techo estuvo Miguel de Cervantes, porque la estructura del edificio y la fachada son los originales”, explica a EFE la coordinadora de visitas a la Sociedad Cervantina, Cristina Esteban.

Las visitas, que arrancaron en 2022, permiten sumergirse en el taller donde se imprimió en 1605 la edición príncipe del primer volumen de ‘Don Quijote’ y comprobar en primera persona cómo funciona una prensa de tipos móviles exacta a la de Gutenberg.

Un recorrido plagado de curiosidades, en el que se pone en marcha la imprenta para comprobar cómo funcionaba el proceso en tiempos de Cervantes y se explica el papel de todos los actores implicados en producir un libro en aquella época.

Un edificio con historia

También se repasa la historia del edificio, en pie pese a siglos de guerras, porque, que tras ser una imprenta, fue un colegio y un hospital.

Aunque cuando se imprimió ‘Don Quijote’, el nombre que aparecía en la portada era Imprenta Juan de la Cuesta, las dueñas del negocio eran María Rodríguez Rivalde y su sobrina, María de Quiñones, esposa de Juan de la Cuesta.

María de Quiñones toma en 1633 la decisión de empezar a firmar con su nombre los libros que salen del taller, por lo que se convierte, oficialmente, en la «primera impresora de Madrid”, apostilla la guía.

Así, en la visita guiada también se habla del papel de la mujer a nivel empresarial en el Siglo de Oro y se hace especial hincapié en que ‘Don Quijote’ fue un auténtico fenómeno de ventas desde que salieron de la imprenta de Atocha los primeros 1.800 ejemplares el 16 de enero de 1605.

“Desde que salió de esta casa fue un ‘boom’”, resalta Esteban desde el taller recreado en el punto exacto del edificio en el que se sabe a ciencia cierta que se encontraba la prensa que se usó para ‘Don Quijote’, que Cervantes describió en cartas de la época, que todavía se conservan en la Biblioteca Nacional española. EFE

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