Redacción deportes – El Newcastle no falló y se aupó a la tercera plaza de la Liga inglesa tras golear este miércoles por 5-0 a un Crystal Palace, incapaz de contener la voracidad de los extremos locales, en especial, a un Jacob Murphy imparable en las últimas jornadas.
El exterior inglés, que cumplió 30 años el pasado febrero, está firmando su mejor temporada, en la que se ha convertido en una de las claves de la sensacional campaña que están protagonizando las ‘urracas’, tal y como volvió a confirmar este miércoles con un espectacular arranque de partido en el que Murphy percutió una y otra vez desde la banda derecha sobre el área rival sin que lo pudieran contener los zagueros visitantes.
Si al minuto de juego Murphy sirvió un balón al que no llegaron por milímetros ni el sueco Alexander Isak ni el brasileño Bruno Guimaraes, seis más tarde volvió a poner otra magnifica pelota al delantero escandinavo, que sólo una prodigiosa intervención del portero del Crystal Palace impidió que acabase en gol.
Circunstancia que no impidió a Jacob Murphy seguir buscando a Isak, su mejor socio en la presente temporada, que a los nueve minutos cabeceo desviado otro centro del extremo inglés.
Un Murphy que en su enésima internada por la banda derecha cambió el guión y a los 14 minutos en lugar de centrar remató directamente a puerta, lo que sorprendió al guardameta visitante Dean Henderson que cuando quiso reaccionar se encontró con el balón dentro de la portería (1-0)
Resultado que pareció aplacar la voracidad del Newcastle, una bajada de tensión que a punto estuvo de costarle muy cara a las ‘urracas’ que vieron como a los 35 minutos el colegiado, tras revisar y revisar las imágenes, señaló penalti en una mala salida del portero Nick Pope.
Un error del que el portero local se resarció inmediatamente al detener la pena máxima lanzada por Eberechi Eze, que contribuyó notablemente a la parada de Pope con un disparo flojo y centrado.
El revulsivo que necesitaba el Newcastle que castigó con saña el error de Eze con tres goles (4-0) antes de la conclusión del primer tiempo, que dejaron definitivamente sentenciada la contienda.
Goleada en la que jugó un papel fundamental el extremo Harvey Barnes, que propició a los 38 minutos el 2-0 con un disparo que introdujo en su propia portería Marc Guehl, y firmó en la prolongación el 3-0 tras otra fulgurante internada por la banda izquierda.
Una fiesta a la que se sumó antes de llegar al descanso el central suizo Fabian Schär, que estableció en el 45+8 el momentáneo 4-0 para el Newcastle, tras cabecear a las redes una falta botada por Jacob Murphy.
Contundente goleada que se encargó de redondear (5-0) a los trece minutos de redondear el sueco Isak, que sumó su vigésimo primera diana del curso, el mejor regalo posible para el técnico Eddie Howe, que tuvo que seguir el choque desde el hospital, tras ser ingresado el pasado viernes a causa de una neumonía. EFE