Tegucigalpa – El exjefe de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez Velásquez, manifestó este lunes que se considera un preso político y que hay un plan para asesinarlo en prisión tras conocer la revocatoria de la medida de arresto domiciliario.
Este lunes, la Corte de Apelaciones de lo Penal declaró ha lugar el recurso interpuesto por el Ministerio Público para revocar la medida de arresto domiciliario y ordenar la prisión preventiva.
Vásquez Velásquez y los generados en condición de retiro Venancio Cervantes y Carlos Roberto Puerto son imputados por la muerte del joven Isis Obed Murillo el 5 de julio de 2009.
Asimismo, la resolución recalifica el delito de homicidio y lesiones graves a asesinato.
El exjefe castrense ofreció una conferencia en su casa donde está cumpliendo la medida de arresto domiciliario para brindar sus reacciones a la resolución de la Corte de Apelaciones.
Comentó inicialmente que estuvo 58 días preso, siete en la cárcel de Támara y 51 en su casa.
“Soy un preso político que no he cometido un delito, mi única acción fue defender a mi patria en 2009 del abuso de los políticos, que nos querían imponer una dictadura”, declaró a periodistas.
Enfatizó que en 2009 solo cumplió una orden de una resolución de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), poder del Estado que los acusa 15 años después en un procedimiento.
El general en condición de retiro exigió al Ministerio Público que presente las pruebas y demuestre que él ha dado la orden de disparar contra alguien y de asesinar a una persona.
“Ni siquiera tienen los hechores y vienen con la excusa que somos violadores de la Constitución de la República y asesinos”, criticó.
Denunció que el proceso judicial en su contra es una venganza y parte de una actividad política a seis días de las elecciones primarias.
Vásquez Velásquez expuso que el Partido Libertad y Refundación (Libre) atraviesa una crisis de altos niveles de corrupción, se ha asociado con el narcotráfico, no ha podido resolver el problema de la crisis energética con el objetivo de levantar la moral de sus simpatizantes.
“Yo no les tengo miedo, sé que hay intenciones de una persecución contra mí y mi familia, ahora tengo información que quieren asesinarme, será que por eso quieren mandarme a Támara, será que llegaron a un arreglo con alguien asesinarme”, denunció.
Increpó que la pretensión de Libre es quedarse en el poder y silenciar a la oposición. AG
