Tegucigalpa- Bajo un fuerte resguardo policial, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) amaneció este martes mientras se lleva a cabo el juicio relacionado con la masacre ocurrida en la cárcel de Támara, en la que 46 mujeres perdieron la vida.
Las personas imputadas están vinculadas a maras y pandillas, lo que motivó un despliegue significativo de seguridad para prevenir cualquier incidente que pueda poner en riesgo a familiares y comunicadores o quien se encuentre en la zona, explicó el portavoz de la CSJ, Melvin Duarte.
Duarte, detalló que esta medida responde a la necesidad de garantizar la seguridad de todos los presentes. «La presencia policial se debe a la naturaleza del caso y a las posibles implicaciones de peligro. Hemos solicitado a la Policía Nacional que resguarde la zona para evitar cualquier situación de riesgo».
Duarte destacó que, a diferencia de administraciones anteriores, en la actual se promueve una apertura al diálogo con grupos que desean manifestarse en la plaza del Poder Judicial. «Los magistrados incluso salen a dialogar con las personas, escuchan sus peticiones y les permiten presentar sus solicitudes de manera directa», agregó. Sin embargo, debido a la sensibilidad de este caso, no se ha permitido el ingreso de familiares ni periodistas.
Para mantener la transparencia, la Corte está transmitiendo el audio del juicio a través de sus redes sociales. Esto responde a una solicitud del Ministerio Público de no divulgar imágenes del proceso, dadas las características del caso y las implicaciones de seguridad, añadió el portavoz del Poder Judicial.
La CSJ y las fuerzas de seguridad aseguran que están tomando todas las medidas necesarias para que el juicio se desarrolle en un ambiente seguro y sin interrupciones. Esta jornada refleja el compromiso de las autoridades por garantizar justicia y seguridad en uno de los casos más emblemáticos, concluyó. LB