Tegucigalpa. – La preocupación principal de Daron Acemoglu (Nobel de Economía 2024), acerca de la inteligencia artificial (IA), está básicamente orientada a señalar su potencial de incrementar la desigualdad en el mundo. Para este académico: “Si dejamos que la IA la controlen unos pocos habremos perdido el rumbo”. “El profesor del MIT advierte de que las grandes empresas tecnológicas pueden ser un motor de crecimiento, pero también “poseen la capacidad de aumentar la distancia entre el mundo rico y el pobre”, según una publicación hecha en el diario español El País.
Yuval Noah Harari por su parte, ha expresado diversas preocupaciones sobre la inteligencia artificial (IA), señalando su potencial transformador y sus riesgos inherentes. Algunas de sus afirmaciones clave incluyen:
1. Potencial Totalitario: Harari advierte que la inteligencia artificial tiene un «potencial totalitario», ya que puede facilitar un nivel de vigilancia masiva que podría erosionar las libertades individuales y amenazar la democracia. Considera que la IA no solo es una herramienta, sino un agente que puede tomar decisiones de manera autónoma.
2. Riesgos Existenciales: Ha indicado que la IA podría representar una amenaza existencial para la humanidad, enfatizando que su poder es mucho mayor que el de tecnologías anteriores. Esto se debe a que la IA tiene la capacidad de aprender y adaptarse, lo que podría llevar a consecuencias imprevistas.
3. Inmadurez y Errores: Harari también ha mencionado que a pesar de la madurez que se le atribuye a la tecnología, la IA todavía presenta un alto grado de inmadurez y es propensa a errores.
4. Vigilancia Total: En sus discusiones, ha hecho hincapié en que la IA permite la creación de sistemas de vigilancia total que podrían acabar con cualquier forma de libertad personal.
A pesar de sus preocupaciones, Harari no exhorta a rechazar la IA por completo, ya que reconoce que también puede traer beneficios. Sin embargo, insta a un debate más profundo sobre su regulación y el control que la sociedad debería ejercer sobre esta tecnología emergente.
Ante la tolerancia de Harari y su tímida esperanza en la IA, algunos escritores y expertos argumentan que la Inteligencia Artificial tiene el potencial de convertirse en una herramienta poderosa para la manipulación en favor de regímenes autoritarios por varias razones clave:
1. Capacidad para controlar la información: La IA permite procesar y filtrar enormes volúmenes de datos, lo que facilita a los gobiernos autoritarios ejercer control sobre la información que sus ciudadanos reciben. Con IA, es posible manipular noticias, censurar contenido o mostrar solo perspectivas favorables al régimen, creando una «burbuja de información» que limita el acceso a puntos de vista críticos o alternativos.
2. Creación de desinformación: Mediante la generación automática de contenido falso, como noticias o imágenes manipuladas, la IA puede difundir propaganda de manera eficiente. Los «deepfakes», videos o imágenes generados por IA que parecen reales, pueden distorsionar la percepción pública sobre personas, eventos o líderes políticos, haciéndolos ver más favorables o denigrando a opositores.
3. Perfilación y vigilancia: La IA permite a los gobiernos recopilar, analizar y perfilar la actividad y las preferencias de los ciudadanos, desde sus interacciones en redes sociales hasta sus patrones de movimiento. Con este nivel de vigilancia, los dictadores pueden identificar y silenciar a disidentes o potenciales opositores antes de que puedan organizarse.
4. Manipulación psicológica: Gracias a los algoritmos de IA que detectan patrones de comportamiento, los gobiernos pueden utilizar la información para influir psicológicamente en las personas, presentándoles contenido que aproveche sus miedos, prejuicios o creencias. Al personalizar propaganda dirigida, la IA puede influir en las emociones y actitudes de los ciudadanos de una manera mucho más efectiva que los métodos tradicionales de propaganda.
5. Automatización de censura y represión: Los sistemas de IA también facilitan la censura en tiempo real, filtrando automáticamente contenido que el gobierno considera peligroso o subversivo. En combinación con sistemas de vigilancia, esta capacidad permite una respuesta inmediata a actos de oposición, fortaleciendo la capacidad de represión sin necesidad de intervención humana.
En manos de un dictador, la IA puede ser una herramienta para sofocar la libertad de expresión y moldear la opinión pública de maneras sutiles, haciendo más difícil para los ciudadanos detectar la manipulación. Por estas razones, algunos ven a la IA como un arma que puede amenazar la democracia y los derechos humanos si no se emplea con transparencia y responsabilidad.
¿Según ChatGPT, qué piensa Noah Harari de la IA?
ChatGPT señala que “Yuval Noah Harari, el historiador y autor de Sapiens y Homo Deus, ha abordado temas relacionados con la inteligencia artificial (IA) y sus implicaciones para la humanidad en varios de sus ensayos y conferencias. Harari sostiene que la IA representa uno de los mayores desafíos y potenciales transformadores de la historia humana. Aquí te comparto algunos de sus principales puntos de vista:
- Pérdida de control humano: Harari cree que la IA podría desplazar el control humano en áreas clave, poniendo en riesgo la democracia y la libertad. Argumenta que, al ser capaz de analizar grandes cantidades de datos de forma mucho más rápida y precisa que cualquier ser humano, la IA podría llegar a conocer a las personas mejor de lo que ellas se conocen a sí mismas, lo cual facilitaría el control y la manipulación por parte de gobiernos o grandes corporaciones.
- Desempleo masivo y transformación del mercado laboral: Harari advierte sobre el impacto de la IA en el empleo, pues muchos trabajos podrían ser reemplazados por tecnologías avanzadas, desde tareas repetitivas hasta ocupaciones de alto nivel. Esto generaría una gran cantidad de personas desempleadas o con empleos menos estables, lo cual transformaría la economía y las dinámicas sociales.
- Nuevo modelo de desigualdad: En su visión, la IA podría agravar las desigualdades existentes, ya que las grandes empresas tecnológicas y los gobiernos poderosos acumularían aún más riqueza y poder, dejando a gran parte de la humanidad rezagada en una «clase inútil» sin acceso a los beneficios de estas tecnologías.
- Desafío ético y de identidad: Harari plantea que la IA y la biotecnología no solo cambiarán lo que hacemos, sino quiénes somos. Con estas tecnologías, la humanidad podría modificar la naturaleza de la conciencia y la identidad personal. Los desarrollos futuros podrían llevarnos a una situación en la que la IA tenga habilidades para tomar decisiones éticas, lo cual plantea una cuestión crítica sobre el rol humano en el planeta.
- IA como amenaza y oportunidad: Aunque Harari es escéptico sobre el futuro que podría generar la IA, también reconoce que, con una regulación adecuada y un enfoque ético, podría ser una herramienta para mejorar la salud, erradicar la pobreza y resolver problemas globales. Sin embargo, enfatiza que debemos actuar con precaución y desarrollar un sistema global para su regulación”.
“En resumen, Harari ve la IA como una tecnología que transformará radicalmente la sociedad, y pide un debate ético y regulador para evitar que su desarrollo resulte en una pérdida de humanidad o en desequilibrios de poder extremos”.
¿Debemos alarmarnos por los avances en el campo de la IA?
Creo que en la actualidad la humanidad afronta mayores problemas que los asociados a la IA, tales como: 1) El calentamiento global; 2) La guerra en Ucrania y Medio Oriente; 3) Crisis de la democracia y avance de las posturas autoritarias y hasta fascistas; y, 4) Crisis religiosas: El alejamiento de Dios y las dificultades de las iglesias católica y evangélica.