París – La feria Paris Photo abre mañana jueves las puertas de su edición 2024, un año en el que, además de reunir a las firmas más importantes de la fotografía mundial, se suma a las celebraciones del centenario del surrealismo con una selección de propuestas comisariada por el cineasta estadounidense Jim Jarmusch.
En total, esta edición número 27 agrupa a 240 exhibidores procedentes de 34 países, reunidos de nuevo bajo el imponente techo de cristal del Grand Palais parisino, reabierto tras la restauración realizada con motivo de los Juegos Olímpicos.
Jarmusch, que también es artista visual, se encargará de presentar la película ‘Return to Reason’, una obra que se compone de cuatro filmes que Man Ray -uno de los grandes exponentes del surrealismo- grabó a partir de 1923 y a la que el director de ‘Stranger Than Paradise’ ha puesto banda sonora junto a su grupo musical SQÜRL.
Además de eso, entre los laberínticos pasillos de la feria, Jarmusch se ha fijado en una veintena de exhibidores para crear un recorrido surrealista, entre los que figura la galería española Luis Adelantado (Valencia), con obras de los artistas Darío Villalba y Carmen Calvo.
«Ha sido una gran sorpresa y mucha emoción», explicó a EFE Olga Adelantado, la directora de la galería, quien tuvo la ocasión de hablar con Jarmusch el martes.
Agradece, en especial, la «visibilidad» extra que les dará en París el hecho de que «un profesional de su nivel» los haya seleccionado para conmemorar el cumpleaños del Manifiesto de André Breton.
La feria también rinde homenaje este año a otro centenario, el de Robert Frank, y no deja de incorporar a sus muros otras firmas habituales en este tipo de eventos, como los de Hiroshi Sugimoto, Robert Capa o Walter Iooss.
Ramón Masats y la España de los cincuenta y sesenta
Entre las propuestas destacadas también tiene un lugar protagonista en esta edición 2024 Ramón Masats, fallecido en marzo pasado. De la mano de la galería Alta (Andorra), es el único fotógrafo español representado con una exhibición en solitario este año.
«Estoy contentísima, ha sido un trabajo muy grande. Yo llevo mucho tiempo queriendo internacionalizar la obra de mi padre», indicó a EFE su hija Sonia Masats, ya que aunque a este autor se le considere uno de los fotógrafos más importantes de la historia de España, en el extranjero no ha tenido tanto reconocimiento.
Recibe al público de Paris Photo, en el espacio reservado a Masats, la icónica fotografía del partido de fútbol en un seminario de Madrid inmortalizada en 1960, en el preciso instante en que un portero con sotana intentaba sin éxito parar un gol.
También se pueden ver en París las primeras imágenes con las que Masats se inició en la fotografía -una pasión que descubrió leyendo revistas para matar el aburrimiento mientras hacía ‘la mili’- y la serie de imágenes de los festejos de San Fermín en Pamplona que constituyeron su primer gran proyecto.
«La gente dice que era muy irónico, pero a pesar de retratar una España muy dura, yo viendo todo el trabajo de mi padre lo veo muy humano. No se recrea en la miseria», indicó la hija de este fotógrafo nacido en 1931 en Caldes de Montbui, que se compró su primera cámara a escondidas de su padre porque él prefería que siguiera con la tradición familiar: regentar una bacaladería.
Leonora Vicuña: pintar el blanco y negro
Además de Masats, en París Photo también están presentes las obras de otros artistas españoles, como Isabel Steva Hernández, alias ‘Colita’, o Jordi Colomer.
Latinoamérica cuenta igualmente con grandes exponentes de la región, como la brasileña Claudia Andujar o la chilena Leonora Vicuña.
Esta última forma parte de la selección que cada año realiza la feria parisina para resaltar el trabajo de las mujeres, en un proyecto bautizado Elles x Paris Photo.
Vicuña ha traído hasta la capital francesa, de la mano de la galería parisina Toluca, seis imágenes que encarnan su estilo: fotografías en blanco y negro coloreadas a base de pigmentos, como pasteles secos o lápices de colores.
Muestran la intimidad retraída del Chile que vivía bajo la dictadura de Augusto Pinochet, en los años setenta y ochenta del pasado siglo.
Con su estilo particular, Vicuña explica que busca una cierta «justicia» respecto a la forma en la que ella percibe la realidad, algo que no consiguen las fotos con películas a color, demasiado saturadas.
«Agrega algo esencial, es como una voz poética del color», indicó la artista a EFE este miércoles, durante la preinauguración de la feria, que el público podrá visitar entre el 7 y el 10 de noviembre. EFE