Por Alberto García Marrder
Especial para Proceso Digital, La tribuna y El País de Honduras
La imagen de Cristóbal Colón está rodeada de un gran misterio. Varios países se disputan su nacimiento o sus restos.
Pero un documental que muestra los resultados sorprendentes de una investigación de casi 20 años de catedráticos de la Universidad de Granada y transmitido el 12 de octubre por la Televisión Española (RTVE) ha venido a despejar ciertas dudas y crear otras, nuevas.
En primer lugar viene a desmentir, rotundamente, qué naciera en Génova (Italia) y usando pruebas ADN, asegura que lo más probable fuera en el Mediterráneo Occidental, y cita a Valencia (España) y su origen judío sefardí. Entre sus bases para afirmarlo está el hecho que Colón no usaba el idioma italiano, si el español y el latín.
Y que ocultó su condición de judío porque en esos años, el rey Fernando y la reina Isabel habían decretado la expulsión, de lo que era España entonces, de los judíos y musulmanes, salvo que se convirtieran al catolicismo.
Más aún, sobre el lugar donde reposan sus restos, dejó bien en claro que están en la Catedral de Sevilla y no en Santo Domingo, según pidió en su última voluntad el descubridor de América. En un primer momento, sus restos fueron trasladados a la catedral de Santo Domingo, donde permanecieron casi dos siglos. Pero en 1898 llegó a la catedral de Sevilla, donde se construyó un majestuoso mausoleo. Pero el gobierno dominicano, decidió en 1997 construir un faraónico “Faro de Colón” con los que asegura son los huesos del almirante y se niega a permitir una prueba ADN.
El catedrático José Antonio Lorente, uno de los miembros de esta investigación, no puede especificar de quién son los restos de huesos guardados en Santo Domingo y especula que pueden estar repartidos con Sevilla. O que en Santo Domingo se guarden los restos del hijo de Cristóbal Colón, Diego.
Colón hizo cuatro viajes y el primero en tres carabelas (La Niña, La Pinta y La Santa María). En el primero, y tras tres semanas de tormentoso trayecto llegó a isla de Guamahani, actual Bahamas, el 12 de octubre de 1492. El primer sitio de América que pisaba.
Me permito recordar que Colón descubrió América por accidente o como se diría vulgarmente “por chiripa”. Lo que buscaba era una ruta marítima por el Atlántico, para llegar a “Las Indias”, sobre todo a China y Japón por el comercio de las sedas y las especias, para evitar el largo y costoso viaje por tierra por Asia.
Entonces, ya se sospechaba que la tierra era redonda y se desconocía la existencia de un continente, entre África y Asia. A pesar de los atrevidos viajes de mongoles y vikingos.
Colón intentó primero, y sin éxito, el patronazgo-o sea el dinero del rey de Portugal , Juan II, que prefería entonces rodear con sus buques el Cabo de Buena Esperanza en África.
Y si pudo convencer a los reyes de Castilla y León, Fernando e Isabel, y lograr muchas concesiones personales.
En el cuarto y último viaje, recorrió las costas de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. En las costas hondureñas, sus buques, sus carabelas, sufrieron los fuertes vientos de un huracán y al cruzar un cabo y encontrar el mar en calma. El ya Almirante Cristóbal Colón dijo “Gracias a Dios que hemos salido de estas Honduras”. El resto es historia.