Tegucigalpa – El ministro de Transparencia, Edmundo Orellana indicó que “en el caso de no depurarse la Policía, será sumamente difícil que esa lucha (contra la criminalidad) tenga efecto, sino se depura el Poder Judicial, sino se rescata el Ministerio Público y comienza una depuración, tampoco se podrá hacer nada”.
Según manifestó el primer Fiscal General de la República en declaraciones a un medio local, esto se debe a que, por 12 años, toda la institución estatal se encargó de proteger al crimen organizado.
En ese sentido, el tema de la creciente ola de criminalidad que obligó al gobierno a replantear su estrategia en materia de seguridad, comenzando por la destitución de Ramón Sabillón como secretario de Seguridad.
“Si sólo analizamos las circunstancias al día de hoy, cometeremos gravísimos errores en esta lucha”.
En la actualidad, dijo Orellana, quien a partir del julio dejará su cargo como titular de la Secretaría de Transparencia para integrarse al Parlamento Centroamericano (Parlacen), el gobierno de Xiomara Castro “está siendo boicoteado por todo ese personal que durante 12 años se fue incorporando como ejército burocrático para favorecer aquel gobierno de la narcodictadura y hoy está ahí todavía”.
Para el caso, cuestionó que los cuerpos de inteligencia debieron advertir lo que estaba por explotar en la cárcel de mujeres en el valle de Támara el pasado martes, donde 43 féminas fueron brutalmente asesinadas.
«¿Cómo es posible que lo que aconteció en Támara no haya sido previsto por los cuerpos de inteligencia, que existen desde mucho antes del escuadrón 3-16 y se han venido profesionalizando? ¿Cómo es posible que no detecten las verdaderas cabezas de la extorsión, del lavado de activos?», cuestionó. VC