San Juan – El primer ministro de las Islas Caimán, Alden McLoughlin, dijo este miércoles ante la Asamblea Legislativa local que apelará la decisión del presidente del Tribunal Supremo de su territorio, Anthony Smellie, de legalizar el pasado viernes las bodas entre homosexuales.
En su exposición ante el Parlamento, McLoughlin afirmó de que no dudaba de que la opinión de la mayoría de los residentes de este territorio británico de ultramar es que el matrimonio se debe mantener con su definición «tradicional y religiosa», entre un hombre y una mujer.
Smellie emitió su sentencia tras analizar el caso de la abogada caimanesa Chantelle Day y su pareja, la enfermera británica Vickie Bodden Bush, que solicitaron el año pasado casarse en este territorio pero su solicitud fue rechazada.
Smellie, en su dictamen el viernes pasado, consideró que la definición de matrimonio como la unión específica entre un hombre y una mujer es «inconstitucional y violenta múltiples derechos» contra los homosexuales.
En su planteamiento, el primer ministro McLoughlin aclaró que, con la apelación, su Gobierno no dará una garantía de la decisión que tomará el Tribunal de Apelaciones local.
«Sin embargo, quiero aclarar que no importa mis creencias religiosas o de los otros miembros del Gobierno o de este Parlamento, yo, como primer ministro, tengo una obligación bajo la ley y nuestra Constitución», señaló.
«Igualmente, como una persona cristiana que soy, debo asegurarme de que todas las personas, especialmente los de los grupos minoritarios, no importe nuestras diferencias, deben ser tratados de manera justa y con respeto», recalcó.
McLoughlin admitió además estar consciente de que el tema del matrimonio homosexual es uno emotivo en su territorio.
«El Gobierno y yo no tenemos ninguna intención de lastimar o herir a los peticionarios, pero debemos asegurarnos de respetar sus derechos, y que cualquier decisión no transgreda sus derechos y protecciones», afirmó.
«Nuestros ciudadanos deben saber que pueden vivir en una sociedad igualitaria, activa y sin discriminar a nadie, como plantea nuestra constitución», agregó.
McLoughlin, a su vez, recomendó a los ciudadanos del territorio que «muestren tolerancia y respeto hacia los demás, particularmente si tenemos distintos puntos de vista».
«Reconozco de que la generación joven de caimanenses tienen diferentes puntos de vista sobre este tema y que seguramente en los venideros años su opinión cambiará. Pero ahora mismo es evidente que esa mayoría no está aquí con nosotros», puntualizó.
McLoughlin dijo además que el martes su gabinete le indicó al fiscal general de las Islas Caimán, Samuel Bulgin, que apele el dictamen de Smellie.
Al menos 80 personas acudieron al tribunal el viernes pasado para escuchar el dictamen.
Con la decisión de Smellie, Islas Caimán se une a otros territorios británicos, como Bermudas, que reconocen el matrimonio homosexual.
Entre los territorios que aún no reconocen estas uniones están las Islas Vírgenes Británicas, Montserrat, las islas de Turcos y Caicos y Anguila.