Zaragoza (España) – Cristian Álvarez, portero argentino del Real Zaragoza, se convirtió el pasado viernes, en el partido contra el Lugo, en el gran protagonista al anotar en el minuto 97 el gol que suponía arrancar un punto del Anxo Carro lucense y dar un nuevo paso para aferrarse a la permanencia en la Segunda División del fútbol español.
En una temporada 2020-2021 en la que los artilleros zaragocistas tienen la pólvora muy mojada, en algunos casos como el Toro Fernández, Vuckic o Javi Ros, entre otros, sin ni siquiera haberse estrenado, el gol de Cristian puede cobrar un valor inimaginado para salvar de nuevo una temporada nefasta.
«Creo que hasta que no pase el tiempo, no vamos a poder tomar dimensión de lo que significa este gol. Ha sido muy bonito», ha dicho en su rueda de prensa telemática ante los medios de comunicación que desde que marcó habían solicitado con insistencia al club su comparecencia.
De hecho, el de General Lagos no suele ser muy partidario de comparecer y buscar protagonismo, aunque cuando aparece en la sala de prensa no suele buscar excusas para asumir responsabilidades como hizo en un momento de la temporada en la que muchas miradas se centraron en varios fallos consecutivos en los que no dudo en reconocerse como culpable.
En sus cinco temporadas bajo los palos de la portería maña, Cristian Álvarez ha sido uno de los pilares en los que se ha sustentado la débil estructura zaragocista para no hundirse en la travesía del desierto por Segunda división en la que lleva ya inmerso ocho años y que como mínimo se prolongará un año más si, finalmente, consigue el objetivo de no hundirse en el abismo de la categoría de bronce del fútbol español.
Por estar más acostumbrado a detener los balones de los remates de los atacantes rivales, ha reconocido que «visualizar un gol es algo surrealista».
Del gol, con el que emuló al cancerbero paraguayo José Luis Chilavert que en hace más de 30 años marcó su último gol con la elástica blanquilla, ha explicado que su mente «se puso en blanco y pasó todo bastante rápido».
«Fui con todo lo que tenía a rematar y la verdad que no sé muy bien cómo fue, pero entró; esta vez he salido yo en la foto, pero detrás hay un grupo de gente que tienen una entrega y un sacrificio que hay que rescatar, se ve una parte muy pequeña de un trabajo enorme, porque el equipo lo está dando todo», ha explicado.
Aunque el gol para muchos aficionados aragoneses se considera que puede ser casi definitivo para asegurarse una permanencia de la que no terminan de alejarse, Cristian Álvarez ha apostado por bajar el diapasón de la euforia, a pesar de que para todo su entorno familiar «supuso una gran alegría y fue muy bonito disfrutarlo con ellos».
«Nos quedan cinco partidos vitales y esperemos que el punto de Lugo sirva para acercarnos todavía más a la tranquilidad, ojalá mi gol sirva para darnos más confianza en lo que resta», ha subrayado el rosarino, que sabe que frente al Espanyol, su exequipo, «va a ser un partido duro, porque son el mejor equipo de la categoría» y en Zaragoza, con un empate, certificarán su retorno a la Liga Santander.
Por todo ello, Cristian Álvarez ha asegurado que está centrado en el encuentro frente a los españolistas en el que, ha insistido, «todavía nos estamos jugando mucho y tengo ganas de entrenar esta tarde para meternos de lleno en la preparación del partido contra el Espanyol».
«Estamos cargados de ilusión para lograr una victoria», ha concluido. JP