Tegucigalpa- Honduras vive momentos difíciles y se pondrán aún más difíciles si la población sigue sin cumplir las medidas de bioseguridad ante la escasez de cupos en los hospitales, señaló este jueves la epidemióloga Roxana Araujo.
La también exministra de Salud, indicó que ya tenemos un año de tener este calvario de la COVID-19, donde se ha marcado por eventos con población que no se puede controlar.
Consideró que las vacaciones de Semana Santa serán más perjudiciales que el movimiento que se generó por las fiestas de navidad y año nuevo.
“Fueron miles de personas las que se desplazaron hacia la playa o piscinas sin ninguna medida de bioseguridad y esto solo traerá más contagios y muertes a partir de la próxima semana ya que en esta se cumple el periodo de incubación del virus”, arguyó.
Indicó que la incidencia de contagios y muertes se están reflejando casi igual a las generadas en los meses de junio y julio de 2020.
En ese sentido, reiteró que Honduras todavía está en un tiempo difícil y se pondrá aún mayor si la población no sigue las recomendaciones porque los cupos hospitalarios son escasos.
“No hay capacidad hospitalaria, esto se ha vuelto un grave problema hasta para los centros de triaje que solo deben de servir para brindar una atención prematura”, señaló.
Recomendó que los proyectos a corto y largo plazo por parte del sistema sanitario no deben parar porque el virus sigue activo y las vacunas no llegan.
En el caso de Olancho, apuntó que los casos siguen en aumento al igual que el departamento de La Paz. “Es lamentable cuando escuchamos que las autoridades están abriendo fosas para enterrar a las víctimas de COVID-19”, manifestó.
Recomendó a las autoridades sanitarias intervenir con brigadas todo el departamento de Olancho para contrarrestar los contagios y con ello evitar más muertes.
En cuanto a la vacuna anticovid, señaló que el antídoto lo que hace es que el organismo reconozca el virus y que las complicaciones sean menos graves, pero no previene un contagio posterior. IR
