En términos médicos, como «duramadre» se conoce a la cubierta que protege el cerebro y evita el contacto directo de este con el cráneo.
Suazo Córdova lamentó hoy no haber estado disponible para participar en toda la ceremonia previa que se celebró en la inauguración de una planta potabilizadora de agua, financiada por España, que lleva su nombre.
La obra, que beneficiará a tres comunidades del centro de Honduras, fue inaugurada en la ciudad de La Paz, unos 70 kilómetros al noroeste de Tegucigalpa.
La Paz es la ciudad natal de Suazo Córdova, un médico rural que fue presidente de Honduras de 1982 a 1986, en el primer gobierno civil tras casi dos décadas de regímenes militares.
Suazo Córdova se disculpó por no haber estado en toda la ceremonia inaugural de la planta potabilizadora y explicó que fue «por contracciones musculares».
Sus dolencias, agregó, le han venido «después de una mala operación que me hicieron en uno de los mejores hospitales de Houston», que no identificó.
La operación fue hace unos pocos años, y según subrayó Suazo Córdova, en el hospital, «como decimos, se les paso la mano, me cortaron la ‘duramadre’ y de ahí me vinieron los problemas de tipo nervioso».
El ex presidente, que vive en La Paz, desmintió el 2 de agosto pasado un rumor sobre su muerte que se regó como pólvora a través de medios locales de prensa.
La noticia del deceso la hizo trascender el presidente del Parlamento hondureño, Roberto Micheletti, del gobernante Partido Liberal, al que también pertenece Suazo Córdova.
Desde el mismo hospital en Tegucigalpa donde recibía asistencia a causa de un dengue, el mismo ex presidente se encargó de desmentir el rumor de su muerte, lo que también había creído el actual gobernante de Honduras, Manuel Zelaya, correligionario de Suazo Córdova.