De 25 años, nacido en México D.F, Israel Sánchez se trasladó con su familia a la ciudad de Homestead, en el sur de Florida, con 17 años con la intención de prosperar y de tener «un futuro mejor».
«En México, como en Centroamérica, la situación era muy difícil y la seguridad también, los secuestros estaban a la orden del día», dijo Sánchez a Efe en una entrevista telefónica.
La primera vez que vino a EE.UU., con siete años, lo hizo con una visa turística para reunirse con su padre, que había cruzado la frontera como ilegal con la intención de trabajar y ganar dinero para su familia pero a los cuatro años decidieron regresar a México porque, como declaró Sánchez, «fue difícil adaptarse a la vida de EE.UU».
Sin embargo, decidieron regresar porque se dieron cuenta de que en EE.UU las oportunidades de educación eran mayores que en México.
«En México uno no puede estudiar lo que quiere por la cantidad de personas y el cupo de las universidades y los colegios», comentó el mexicano, que tuvo que dejar sus estudios un año para trabajar porque hacía falta el dinero en casa.
Probó suerte con todo tipo de trabajos, en el campo junto a sus padres, de vigilante de seguridad en una compañía, de empaquetador de verduras y guitarrista.
«Un tío mío me invitó a reunirme con una banda musical mexicana, comencé a tocar la guitarra e íbamos los fines de semana a bares, rodeos, fiestas familiares o de quinceañeras», recordó Sánchez, que enseguida trató de compatibilizar estas tareas con sus estudios de secundaria ya que, afirmó, era «muy importante» para él.
Para ello se inscribió en el programa de Desarrollo General de Educación (GED siglas en inglés), del Miami Dade College, dirigido a aquellos estudiantes que al tener que atender otras obligaciones como la familia o el trabajo necesitan horarios flexibles.
Para Sánchez esta oportunidad fue una manera de «salir adelante» y «adaptarse» a EE.UU. ya que, según recordó, cuando llegó al país la cultura era nueva para él y aunque hablaba un poco de inglés no lo escribía ni lo leía correctamente
Después de mucho esfuerzo, en 2001 se convirtió en el primer miembro de su familia en obtener un diploma de secundaria.
En la actualidad Sánchez, que tras graduarse en estudios superiores de arte empezó a estudiar filología hispánica en la Universidad Internacional de Florida, trabaja como administrativo en el mismo centro donde hizo la secundaria.
«Ayudo a otros estudiantes que están pasando por mi situación», declaró el mexicano, que se encarga de orientar a los alumnos en los programas de gramática y lectura para facilitar el paso de secundaria a estudios superiores.
Señaló que entre los estudiantes hay muchos hispanos de todas las edades, algunos de ellos profesionales que tienen que revalidar su carrera y lo primero que necesitan es aprender el inglés.
Entre los casos destacó a una madre dominicana que acaba de terminar estos cursos y, tal y como le comentó a Sánchez, fue a la graduación con sus hijas para darle el ejemplo de cómo «superarse y obtener una educación es bueno».
«Los estudios me han permitido no limitarme a lo que quiero hacer, a mis sueños», declaró el joven, quien señaló que este año ha logrado cumplir tres, comprarse una casa, un automóvil y convertirse en ciudadano estadounidense.
«Me siento muy orgulloso de ser estadounidense y mexicano, para mí es muy importante lo que me ha dado EE.UU como persona, tanto educación como felicidad», afirmó.
Sin embargo, puntualizó que no quiere perder la cultura hispana y esa es una de las razones por las que decidió estudiar una licenciatura en español, que es su meta en este momento.
«Una vez que la tenga me gustaría encontrar un trabajo donde pueda continuar ayudando a los estudiantes, especialmente a la minoría de hispanos o a los que no tienen inglés como primera lengua», declaró.
Tras su experiencia Sánchez aconseja a los jóvenes hispanos «que piensen muy bien las cosas, ya que cuando uno no es joven no tiene en cuenta la educación» y les animó a «entrar en la escuela, recibir ayuda y no quedarse en casa y buscar la manera de salir adelante mediante la educación».
«La educación me ha enseñado a salir adelante, si no fuera por ella creo que no habría podido alcanzar todo lo que he logrado hasta el momento», concluyó.