El experto guatemalteco Antonio Cerón hizo que las agujas del reloj volvieran a moverse y las campanas sonaran para dar la hora a los miles de transeúntes que a diario pasan frente a la catedral, en el centro histórico de la capital hondureña.
Con la reparación del reloj, que culminó el pasado fin de semana, se cubrió una etapa más de la restauración a que está sometida la Catedral Metropolitana desde hace dos años.
Cerón explicó a la prensa que tardó unos dos meses en realizar los trabajos, que incluyeron la evaluación de las piezas, su restauración, la fundición de algunas partes nuevas y la limpieza de la cara del reloj.
El proceso requirió del trabajo adicional de otros artesanos como herreros, albañiles y carpinteros.
Cerón refirió que él ha reparado varios relojes antiguos, como el de la catedral de Comayagua, antigua capital de Honduras, que data del año 1100, fue donado en 1582 por el rey Felipe II de España y está considerado entre los más antiguos del mundo.
El experto guatemalteco también ha reparado en Honduras los relojes de las iglesias de Santa Rosa de Copán (oeste), Siguatepeque (centro) y Santa Bárbara (noroeste), además del de Esquipulas, en Guatemala, entre otros.
El reloj de la catedral de Tegucigalpa fue instalado a finales de 1875, donado por el entonces secretario municipal de la ciudad, Salvador Díaz, según registros históricos.
El aparato estuvo paralizado unos 72 años por desperfectos en la maquinaria, dijeron fuentes eclesiásticas a Acan-Efe.
Indicaron que a Cerón también se le encargó la próxima reparación del reloj de la iglesia de Yuscarán, la cabecera del departamento oriental de El Paraíso, que conserva, en decenas de casas y otros lugares, arquitectura de la época colonial y es Monumento Nacional.
La restauración de la Catedral Metropolitana comenzó en 2006, impulsada por la Iglesia Católica con la participación del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) y la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).
Según fuentes eclesiásticas, se calcula que el coste de los trabajos superará los 10 millones de lempiras (unos 526.000 dólares)
La Iglesia Católica ha realizado al menos dos cruzadas, en 2007 y este año, para recaudar fondos entre el público para financiar las obras de la catedral, que estaba deteriorada por el paso del tiempo.
El templo fue construido entre los años 1765 y 1786, y a lo largo de los siglos ha sufrido daños como los que le ocasionó un terremoto en 1823 y que obligaron a cerrarlo durante unos seis años.
Fue obra del párroco José Simeón de Celaya, quien invirtió en ella parte de su fortuna y dirigió los trabajos gracias a sus conocimientos de arquitectura, y está dedicada a San Miguel Arcángel, patrono de Tegucigalpa.
Su estilo es barroco, que se caracteriza por una ornamentación cargada; específicamente, es un «barroco centroamericano», propio de iglesias construidas en esta región durante la época colonial, de acuerdo con expertos del IHAH.
La catedral capitalina cuenta con ocho pilastras almohadilladas, una de las fachadas más elegantes de Centroamérica y jardines laterales; mide unos 60 metros de largo y 11 de ancho, tiene una sola nave abovedada y su cúpula se eleva hasta los 30 metros.