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La catedral de Tegucigalpa cambia su cara

Tegucigalpa – La Catedral Metropolitana de Tegucigalpa está sometida a un proceso de restauración que le permitirá adquirir un nuevo esplendor como joya arquitectónica del siglo XVIII, al remozar su estructura y darle un suave color salmón que podría corresponder al original.
 

  • Construida en el siglo XVIII, se destaca por un estilo barroco propio de la Centroamérica colonial.
  • Alberga varios frescos de José Miguel Gomes, el principal pintor de la época colonial en Honduras.
  • Se le está pintando un color que, según los expertos, podría ser el original.

Uno de los edificios simbólicos del casco histórico de la capital hondureña, la catedral de Tegucigalpa, atraviesa por el principal proyecto de restauración de las últimas décadas, que se prevé terminar antes de que finalice este año.

En la obra participan el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) y la Iglesia Católica hondureña.

El coordinador de la Unidad de Conservación del IHAH, arquitecto Mauricio Flores, dice que los trabajos comenzaron en 2006 y abarcan diversas estructuras exteriores e interiores de la catedral, y la recuperación del que se considera su color original.

La Iglesia Católica ha realizado al menos dos cruzadas, en 2007 y este año, para recaudar fondos entre el público para financiar las obras de la catedral, cuyo atrio es un tradicional punto de reunión de ciudadanos.

Hasta mediados de este año se habían invertido unos 4,5 millones de lempiras (unos 236.842 dólares) en los trabajos.

El cardenal y arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Andrés Rodríguez, señaló en abril pasado que se necesitaban otros seis millones de lempiras (unos 317.460 dólares) para culminar las obras en el templo, deteriorado por el paso del tiempo.

El IHAH aportó 100.000 lempiras (unos 5.263 dólares) y la Alcaldía capitalina una cantidad similar en 2007.

MÁS DE 240 AÑOS DE HISTORIA Y BELLEZA BARROCA

El templo fue construido entre los años 1765 y 1786 y convertido en catedral en el siglo XIX. A lo largo del tiempo ha sufrido daños como los que le ocasionó un terremoto en 1823 y que obligaron a cerrarlo durante unos seis años. Está dedicado a San Miguel Arcángel, patrono de Tegucigalpa.

Su estilo es barroco, que «se caracteriza básicamente por la ornamentación cargada», refiere el funcionario del IHAH, quien puntualiza que se trata de un «barroco centroamericano», propio de iglesias construidas en esta región durante la época colonial.

La catedral de Tegucigalpa tiene, específicamente, influencias del barroco de México y de la Antigua Guatemala, según apuntes históricos, y cuenta con ocho pilastras almohadilladas, una de las fachadas más elegantes de Centroamérica y jardines laterales.

La edificación mide unos 60 metros de largo, 11 de ancho y 18 de altura, tiene una sola nave abovedada y su cúpula alcanza los 30 metros de altura.

Algunos elementos barrocos del templo de la capital hondureña son las pilastras almohadilladas, cornisas horizontales, los remates superiores, las espadañas, que es donde se colocan las campanas en la parte superior, y los campanarios en los laterales de la iglesia, detalla Flores.

El estilo barroco, agrega, «se refleja mucho más en los altares, que tienen el nivel de detalles mucho más acentuado, más cargado, no sólo en la forma, sino también en el color y en que hay más arte».

Flores subraya que esta iglesia «tiene un alto valor patrimonial y arquitectónico», y es «una de las más representativas del barroco centroamericano».

La Catedral Metropolitana alberga, entre otras obras del arte religioso, varios frescos pintados por José Miguel Gomes, considerado como el principal pintor hondureño de la época colonial.Gomes nació en Tegucigalpa el 14 de noviembre de 1714 y murió el 25 de septiembre de 1806.

Entre los frescos de Gomes que se conservan en la catedral de Tegucigalpa están «La Santísima Trinidad», «San Mateo Evangelista», «San Lucas Evangelista», «San Marcos Evangelista» y «San Juan Evangelista».

COLOR ORIGINAL

Los trabajos de restauración comenzaron a finales de 2006, con algunas reparaciones en el atrio de la catedral, explica el encargado de la Unidad de Conservación del IHAH.

Posteriormente, indica Flores, se trabajó en el interior, para cubrir fisuras en algunas paredes; también se están tratando «unas grietas en la bóveda», reparando repellos en mal estado y remozando la fachada.

Otra tarea es la restauración de los mausoleos que están en los jardines laterales.

Flores refiere que la catedral «tenía problemas serios, sobre todo de fisuras, lo que provocaba filtraciones de humedad; los repellos y los pisos se encontraban en mal estado».

Las raíces de varias plantas de los jardines también han ocasionado daños en la edificación, pero «todos estos problemas se han ido solventando poco a poco», apunta, y agrega que algunos altares necesitan restauración con mano de obra especializada.

Aunque los trabajos no han concluido, la Catedral Metropolitana ya luce en algunas partes exteriores un color salmón claro, que por primera vez en siglos sustituye al tradicional blanco y que podría corresponder al original o de una época posterior.

Flores explica que los expertos descubrieron, mediante el raspado de las capas de pintura de las paredes, «ciertas coloraciones muy similares a la que se está pintando; se hizo un estudio y con base en eso se partió para pintarla así».

Empero, el funcionario del IHAH aclara que «tenemos todavía otros criterios» al respecto porque «es posible que este color haya sido producto de la oxidación a la que se somete la cal a través del tiempo y que esto haya dado como resultado esta tonalidad».

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