Zelaya dijo estar Nueva York, “en el alma del capitalismo global”, reunido con el embajador de Honduras en Washington, Roberto Flores Bermúdez, coordinando sus próximas visitas a Estados Unidos, el 23 y el 29 de septiembre.
En la entrevista telefónica con la emisora local HRN, el gobernante dijo estar hospedado en el hotel Hadley, esperando la hora de su vuelo a Ghana, África, donde disertará sobre como se maneja la cooperación internacional, sus fortalezas, sus debilidades, y como mejorarla.
Zelaya dijo que la información sobre la suspensión de su visa la echaron a rodar “mis amigos los nacionalistas, que no tienen nada que hacer”.
Esas son informaciones, aclaró, que no provienen de su amigo, paisano y candidato presidencial nacionalista Porfirio Lobo Sosa, pero sí “de su equipo (de campaña), me imagino que están inventando siempre cosas (…) para tener entretenidos a los periodistas”.
El gobernante dijo que a él no le preocupa que los estadounidenses le suspendan la visa de ingreso a Estados Unidos.
“Son especulaciones, no hay que tomarlas en cuenta, yo nunca he sido conservador, ni nunca he estado en la derecha, siempre mis posiciones siempre han sido progresistas, de avanzada, siempre hemos tenido una visión de un liberalismo social, ahora de un liberalismo socialista que hace prevalecer los intereses de las personas encima de los intereses del capital”, planteó.
Para no dejar dudas sobre el lugar donde se encontraba, hizo público el número telefónico del hotel en que estaba hospedado: (212)9864792.
Las preocupaciones sobre el paradero del presidente se ahondaron este lunes ya que ninguna fuente oficial daba razón de su paradero, ni tampoco confirmaban o desmentían las informaciones sobre su ingreso a Estados Unidos.
Es más, las especulaciones subieron de tono cuando un portavoz presidencial dijo a periodistas que Zelaya no había viajado el domingo a Estados Unidos, sino que lo haría hasta el lunes en un vuelo comercial.
El secretario privado de Zelaya, Raúl Valladares, dijo que el domingo viajaron en el avión presidencial West Wind de Tegucigalpa a San Pedro Sula, y que el mismo aparato les llevó más tarde a Miami y Nueva York.
