Un informe del BCH señaló que entre el 1 de enero y el 31 de julio pasados las remesas crecieron en 10,4 por ciento en relación con igual período de 2007, cuando los envíos alcanzaron 1.413,5 millones de dólares, según el informe.
El año pasado las remesas enviadas por hondureños totalizaron al menos 2.561,4 millones de dólares.
El aumento de las remesas en 2007 con respecto a 2006 fue del 10 por ciento, pero este crecimiento fue inferior al 31,1 por ciento registrado entre 2005 y 2006.
Los envíos de dólares de los inmigrantes hondureños, en su mayoría residentes en Estados Unidos, son la principal fuente de divisas de Honduras, según admiten las autoridades.
En 2006 las remesas constituyeron el 25 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de este país centroamericano.
Poco más de un millón de hondureños viven en el exterior, más de 800.000 de ellos en Estados Unidos y los demás, principalmente, en Canadá, México, Centroamérica, España e Italia, entre otros países.
El Gobierno hondureño pidió a mediados de julio pasado a Estados Unidos una nueva prórroga, por 18 meses, del Estatuto de Protección Temporal (TPS, siglas en inglés), al que están acogidos unos 76.000 inmigrantes de este país centroamericano.
El TPS, que expirará a inicios de 2009, permite a los inmigrantes trabajar y gozar de seguridad social sin riesgo de ser deportados.
Aunque el envío de remesas se mantiene en aumento, las autoridades hondureñas temen que al finalizar este año sean afectadas por la deportación de compatriotas desde Estados Unidos, que ya ronda los 20.000.
Las autoridades hondureñas calculan que la cifra de deportados de Estados Unidos en 2008 podría sumar unos 35.000 al cerrar diciembre, considerando que el año pasado fueron unos 32.000 y que los estadounidenses han endurecido su política migratoria.