Los 280 soldados, sustituidos hace dos semanas por otros 200 militares pertenecientes al undécimo contingente, regresaron en un avión fletado por el Gobierno de Estados Unidos.
Una fuente del Ministerio de Defensa afirmó a Efe que los soldados fueron recibidos por miembros del alto mando de la Fuerza Armada y familiares.
El Salvador es el único país latinoamericano que mantiene presencia militar en Irak desde agosto de 2003, cuando viajó el primer grupo.
Los contingentes, que se mantienen seis meses en el país árabe, trabajan en obras de reconstrucción y brindan seguridad a convoyes logísticos.
Desde la llegada de los primeros soldados, el país ha reportado la baja de cinco personas, así como una veintena de heridos, la mayoría por artefactos explosivos dejados por insurgentes.