En una sesión muy volátil, los operadores estuvieron atentos al conflicto entre Rusia y Georgia, y al efecto que puede tener en los suministros petroleros desde la región del Cáucaso.
Al finalizar la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para septiembre restaron 75 centavos al precio anterior y quedaron a 114,45 dólares el barril (159 litros).
El barril de ese tipo de crudo se ha depreciado casi 33 dólares (más de un 22 por ciento) después de tocar hace hoy un mes un precio histórico de 147,27 dólares.
Los contratos de petróleo WTI no cerraban a menos de 115 dólares desde el pasado 1 de mayo.
Los contratos de gasolina para entrega en septiembre terminaron a 2,8666 dólares el galón (3,78 litros), dos centavos menos que el viernes.
Mientras, los de gasóleo de calefacción para ese mismo mes finalizaron a 3,1195 dólares por galón, un centavo menos que en la sesión previa.
El gas natural para septiembre se encareció 10 centavos y concluyó a 8,34 dólares por mil pies cúbicos.
El valor del petróleo WTI persistió hoy a la baja, por segunda jornada consecutiva, y se ha movido en esa dirección en cinco de las últimas seis sesiones, coincidiendo con el fortalecimiento del dólar ante el euro y otras divisas, y más evidencias de que la demanda de combustibles en EE.UU. es inferior a la del pasado año.
El euro se cambiaba hoy a 1,4923 dólares, comparado con los 1,5018 dólares del viernes.
El valor del petróleo WTI se movió dentro de márgenes cortos respecto del viernes en las primeras horas de negociaciones, como reflejo del ambiente de cautela ante el conflicto militar entre Rusia y Georgia que se desencadenó la pasada semana.
Georgia es un estado clave para el trasvase de crudo y de gas natural desde el Cáucaso y Asia Central a mercados en Europa y otras regiones, por lo que una interrupción importante de suministros podría hacer más tensa la relación entre oferta y demanda.
El grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) reivindicó la pasada semana la autoría de una explosión en Turquía en el oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan (BTC), que también pasa por el sur de Georgia.
Ese ataque alteró el transporte de alrededor de un millón de barriles diarios desde el Mar Caspio al puerto turco de Ceiyán, en el Mediterráneo, aunque no impidió que el crudo de Texas se depreciara la pasada semana casi un ocho por ciento.
El mercado estadounidense recibe una cantidad modesta de crudo y combustibles desde la región caucásica, comparado con otras áreas productoras.
A EE.UU. llegaron en mayo pasado desde Azerbayán un total de 2,1 millones de barriles de crudo y productos derivados, la mitad que en diciembre de 2007, según datos del Departamento de Energía (DOE).
El mayor volumen de envíos de crudo a EE.UU. procede de seis países (Canadá, Arabia Saudí, México, Iraq, Venezuela y Nigeria), que suministran el 75 por ciento del total, por lo que cualquier conflicto en ellos tiende a presionar al alza de inmediato los precios en el Nymex.
El descenso del precio del crudo se ha visto favorecido también por el fortalecimiento del dólar, lo que encarece las compras de petróleo y de otras materias primas que se negocian con esa divisa.
A ello se añaden los frecuentes signos de que la demanda de combustibles en EE.UU. es inferior a la de 2007, debido a una menor actividad económica y a los elevados precios en la venta al público.
Al mercado llegaron también noticias de que las importaciones de crudo en China, el segundo mayor consumidor del mundo después de EE.UU., bajaron un siete por ciento en julio respecto a junio y fueron de una media de 3,25 millones de barriles diarios, según datos oficiales.