Los sospechosos fueron detenidos por agentes de la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC), la Policía Nacional y del Ministerio Público en una operación ejecutada en la colonia Raynel Fúnez, en el sur de la capital hondureña.
Los tres jóvenes desaparecieron el domingo anterior, según sus familiares, y sus cadáveres fueron encontrados el martes, con señales de tortura y varios disparos, en una zona montañosa a unos tres kilómetros de la colonia.
Un portavoz de la DGIC explicó a la prensa que los detenidos «se asociaron de manera ilícita» para «liquidar personas» dedicadas a delinquir, lo cual ya habían denunciado otros habitantes del sector.
Los 13 detenidos «están involucrados en este hecho criminal donde perdieron la vida estos tres jóvenes», puntualizó.
Según la prensa local, el grupo ilegal desmantelado también asaltaba viviendas y cometía otros delitos en la zona.
El portavoz policial comentó que los tres jóvenes asesinados «sí tenían algunos antecedentes» penales, «pero esto no le da ningún derecho a ninguna persona para que pueda quitarles la vida», en vez de denunciarlos ante las autoridades.
Familiares de las tres víctimas identificaron a dos de ellos como Héctor David Fúnez Hernández y Gerson Edgardo Hernández, y al otro sólo como Antonio.