Obama iba a visitar el hospital después del discurso que pronunció el jueves ante la Columna de la Victoria, en Berlín, y que fue presenciado por unas 200.000 personas, pero su campaña canceló por sorpresa el viaje porque el senador consideró que era «inapropiado».
Sin embargo, Robert Gibbs, asesor de Obama, dijo hoy a la prensa que el general Scott Gration, que actualmente forma parte del equipo de campaña del senador demócrata, recibió a principios de semana una llamada de funcionarios del Pentágono que le expresaron sus dudas sobre esa visita.
El Departamento de Defensa se refirió al hecho de que el candidato demócrata iba a utilizar el avión de su campaña para viajar a Landstuhl y de que sus asesores le iban a acompañar.
Después de hablar con Gration, la campaña de Obama decidió cancelar la visita al hospital.
Gibbs afirmó que el senador afroamericano «se siente cómodo» con esta decisión, porque no quería que las tropas formaran parte de un acto de su campaña electoral.
La cancelación de ese viaje de Obama fue criticada por la campaña de su rival republicano, John McCain, cuyo portavoz, Brian Rogers, señaló que «nunca es inapropiado visitar» a los «hombres y mujeres militares» de EE.UU.
El portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, explicó hoy a periodistas que el Departamento de Defensa no dijo explícitamente que Obama no debía visitar la base militar, pero no tenía claro si lo iba a hacer en su papel de candidato presidencial o de senador.
«Tenemos ciertas reglas para campañas políticas y elecciones, y sobre lo que es apropiado y no en estas situaciones. Pero el Pentágono no dijo al senador que no puede visitar Landstuhl», explicó Whitman.
El portavoz aclaró que generalmente el Ejército «intenta no involucrarse en campañas políticas y pronunciar un discurso de campaña en una instalación militar es algo que no sería apropiado».
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, afirmó que desconoce los detalles de este asunto.
