Mandelson ha reconocido, en rueda de prensa, que un pacto con los países de Latinoamérica hubiera puesto fin a «16 años de litigio», pero no ha podido hacerse realidad porque Bruselas estima que forma parte de un acuerdo general dentro de la negociación de Doha, para la apertura de mercados, que ha concluido hoy sin éxito.
El comisario ha respondido así a preguntas sobre el rechazo de la UE a suscribir el acuerdo que el pasado domingo consiguió con 11 países productores de plátano de América Latina.
El pacto suponía bajar el arancel actual que aplica la UE a la importación de banano de América Latina (176 euros por tonelada), desde 2009, hasta situarlo en 114 euros por tonelada en 2016.
Mandelson ha insistido en que el litigio sobre el banano es «una parte» de la negociación general que una treintena de ministros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha mantenido durante nueve días para desbloquear la Ronda de Doha sobre la liberalización de los mercados mundiales.
«Esperábamos aprobarlo dentro de un acuerdo completo, con otros asuntos….como el algodón», según el comisario, que ha admitido, no obstante que de hacerse realidad hubiera supuesto el fin de 16 años de disputa con el bloque latinoamericano.
El comisario no ha querido hacer más comentarios y ha apuntado que ahora hay que estudiar alternativas.
Sin embargo, los países de Latinoamérica, que calificaron de «histórico» el compromiso en su momento, estiman que aún es válido y que es independiente del curso de la Ronda de Doha.
«La UE tendrá que reducir el arancel o de lo contrario, es como si incumpliera un contrato», ha declarado a Efe el embajador de Costa Rica ante la OMC, Ronald Saborío.
Los países latinoamericanos consideran que el arreglo jurídicamente independiente del resultado de las discusiones sobre la Ronda de Doha y que es el único «logro palpable» de la reunión de la OMC que ha terminado, tras nueve días de intensas discusiones que no han dado fruto