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Gobierno sigue sin delinear política energética para enfrentar altos costos del petróleo

Tegucigalpa.-Mientras los países del continente adoptan medidas para paliar la crisis energética que enfrentan sus sociedades frente a los altos costos del petróleo, el gobierno de Honduras se queda a la zaga y golpea sin piedad a su población con constantes aumentos a los combustibles y fuertes ajustes a las tarifas de los servicios públicos.
 

Este fin de semana los hondureños experimentaron un nuevo incremento histórico a los precios de los derivados del petróleo, al poner en vigencia el gobierno a través de la estatal Comisión Administradora del Petróleo (CAP) un ajuste de dos lempiras a la gasolina superior, regular, diesel y keroseno.

En los últimos meses, de forma simplista el gobierno de Manuel Zelaya se ha limitado a trasladar a los hondureños las constantes variaciones de los combustibles en el mercado internacional y a autorizar aumentos indiscriminados a las tarifas de electricidad, el cemento, los alimentos de primera necesidad y el servicio de transporte urbano y de taxis.

Mientras eso sucede, los gobiernos de México, Costa Rica, El Salvador y Guatemala han adoptado medidas más enérgicas y planificadas para hacer menos doloroso el impacto de los costos del petróleo a sus ciudadanos, ya sea concertando y congelando precios de los productos y disponiendo medidas de ahorro energético para reducir el consumo de carburantes.

Honduras experimenta actualmente una espiral inflacionaria a raíz de los altos costos de los productos de consumo popular, las altas tarifas de los servicios públicos, especialmente la electricidad, el aumento a la tarifa del taxi, mientras el gobierno a través de la Secretaría de Industria y Comercio se ha declarado incapaz de detener o al menos controlar esa situación.

Hace un par de meses, el gobierno de Zelaya intentó poner en vigor la medida “Hoy no Circula” para reducir el alto consumo de combustibles en la población y reducir la factura petrolera y su impacto en las reservas internacionales, pero la disposición fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia.

Fuera de eso, la administración no ha propuesto ninguna otra medida de ahorro energético y se ha limitado a culpar al Poder Judicial por dejar sin valor y efecto la polémica disposición gubernamental, que limitada la circulación de cierto número de vehículos a un día por semana, de lunes a viernes.

El experto en el tema energético Fernando Cevallos expresó que es preocupante la situación que enfrenta el país por las constantes alzas a los carburantes, pero sobre todo la desidia del gobierno para adoptar una política de ahorro que contribuya a atenuar su impacto en los bolsillos de los hondureños.

Dijo que el ahorro de combustibles se puede separar en dos grupos: Aquel que se hace en forma individual por parte de la población al momento de ir a la bomba de gasolina y las políticas que debe implementar el Ejecutivo, tales como el cambio de horario, el “hoy no circula” y otras acciones de control.

“Ese tipo de medidas son importantes, pero no debemos desviarnos a otros temas. El tema de la política energética y otras propuestas que hay ya sobre la mesa deben ser tomadas muy en serio, con decisión, con voluntad y ponerlas en prácticas, porque de nada sirve plantearlas, pues el papel aguanta con todo”, afirmó.

Cevallos recomendó al gobierno la adopción de una política energética de largo plazo, ya que a corto y largo plazo será inevitable detener las alzas de los derivados del petróleo en el mercado nacional e internacional.

“La gente cree que esto es algo temporal, que está pasando, que alguien más se los va a resolver, pero esto no funciona así. Esta es una situación real que no es exclusiva de Honduras, es generalizada en el mundo y son muy pocos los países que han tomado conciencia y que están tomando medidas de ahorro drásticas”, aseveró.

El experto sugirió que el gobierno y la sociedad civil deben unirse en un esfuerzo serio y común para adoptar medidas de ahorro energético que contribuyan a reducir la alta dependencia de los combustibles fósiles y detengan la fuga de sus recursos y divisas en pagar la alta factura petrolera.

Citó que el 25 por ciento de las importaciones que realiza el país corresponden a la factura petrolera.

Se disparará la factura petrolera

Se estima que de enero a mayo, la factura petrolera se incrementó en cerca de 400 millones de dólares.

Sobre el mismo tema, el economista Miguel Ángel Fúnez vaticinó que la factura petrolera tendrá un fuerte incremento al final del 2008, de 1,300 millones de dólares que se erogaron en el 2007 a unos 1,800 millones de dólares al concluir el presente ejercicio fiscal.

“La situación es grave, está poniendo a la economía al borde de una enorme crisis y debemos tener conciencia todos de ese fenómeno, porque al entrar a esa crisis, lo más probable es que se derive en una hiperinflación probable”, apuntó.

Lamentó que la población y las autoridades siguen sin tomar conciencia sobre la magnitud de esta situación y se siguen importando vehículos usados de alto cilindraje, sumado a eso hay un fuerte incremento de los precios de los alimentos. Esos dos elementos son puntos focales para una crisis en el país”, advirtió.

El economista es del criterio que debe haber un consenso entre los diferentes órganos del Estado y las organizaciones de la sociedad civil en el sentido que es urgente adoptar medidas para enfrentar esta situación, de lo contrario el país corre el riesgo de desplomarse económicamente.

“Es necesario que toda la sociedad civil, azules, colorados, blancos, negros, nos reunamos para que lleguemos a una solución que sea óptima y racional para el país”, concluyó el experto.

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