Tegucigalpa.- Las madres de Honduras conmemoran hoy su día en un ambiente marcado por las que recibirán muchos regalos y las que viven en la pobreza, con un alto porcentaje de ellas asumiendo el papel de jefes de familia.
La publicidad comercial se ha desbordado en los diferentes medios de comunicación para vender de todo en honor a las madres, porque «para mamá lo mejor», como rezan algunos de los anuncios.
En ciudades como Tegucigalpa, muchas de las floristerías agotaron sus existencias de rosas rojas importadas de Guatemala y Costa Rica por la demanda de esas flores que mañana muchos hijos obsequiarán a sus madres.
Algo parecido ocurre en otros tipos de negocios, mientras que muchos restaurantes mañana harán su «agosto en mayo», con mesas reservadas para «la reina del hogar», lo que contrastará con las miles de madres de zonas urbanas y rurales en cuyos hogares no siempre hay qué comer.
«Lamentablemente esa es la realidad de nuestro país», comentó a Acan-Efe una alta funcionaria del Gobierno de Honduras que preside Manuel Zelaya, que accedió a hablar a cambio de que no se le identificara por su nombre.
La misma fuente recordó que en Honduras, a pesar de que las mujeres son mayoría (más del 51 por ciento), «tenemos muy poca representación en los diferentes órganos de poder».
En efecto, de los 128 diputados que integran el Parlamento de Honduras, solamente 31 son mujeres, cifra que es considerada «alta» con respecto a legislaturas pasadas, en las que las féminas tuvieron una representación menor.
Igual ocurre en las alcaldías, con 24 gobiernos locales regidos por mujeres, de los 298 municipios que tiene este país centroamericano, cuya población ronda los 7,5 millones de habitantes.
Entre los problemas que más afectan a muchas mujeres madres hondureñas figuran la pobreza, la discriminación y la violencia doméstica, a pesar de que abundan leyes que solamente las protegen en teoría.
Según fuentes públicas y privadas, entre el 70 y 80 por ciento de los hondureños viven en la pobreza, flagelo que afecta con más fuerza a los niños y las mujeres.
Algunas instituciones señalan que más del 30 por ciento de los hogares hondureños son dirigidos por madres solteras, víctimas del abandono por parte de sus maridos.
En materia laboral, las mujeres hondureñas ganan el 42 por ciento de los ingresos que recibe un hombre y las horas de trabajo ascienden a catorce, frente a las ocho que suele trabajar un hombre, según estudios del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).
A pesar de la crisis económica que atraviesan los hondureños, con muchos que cada día tienen menos alimentos en su mesa por el constante incremento de precios de los productos de la canasta básica, en la víspera del día de la madre el ambiente tiene algo de festivo en las calles y establecimientos comerciales.
Algunos niños pobres piden en las calles diciendo que lo hacen para llevarle un regalo a su madre, mientras que otros se ganan la vida vendiendo frutas, flores y golosinas o limpiando parabrisas de automóviles «para comprarle algo mañana a mi mamá», como expresó Ana María, una niña de 12 años en un bulevar de la capital hondureña.
El «Día de la madre» hondureña fue instituido en 1927, mediante decreto del Parlamento, que establece que la ocasión será conmemorada el segundo domingo de mayo.
En ciudades como Tegucigalpa, muchas de las floristerías agotaron sus existencias de rosas rojas importadas de Guatemala y Costa Rica por la demanda de esas flores que mañana muchos hijos obsequiarán a sus madres.
Algo parecido ocurre en otros tipos de negocios, mientras que muchos restaurantes mañana harán su «agosto en mayo», con mesas reservadas para «la reina del hogar», lo que contrastará con las miles de madres de zonas urbanas y rurales en cuyos hogares no siempre hay qué comer.
«Lamentablemente esa es la realidad de nuestro país», comentó a Acan-Efe una alta funcionaria del Gobierno de Honduras que preside Manuel Zelaya, que accedió a hablar a cambio de que no se le identificara por su nombre.
La misma fuente recordó que en Honduras, a pesar de que las mujeres son mayoría (más del 51 por ciento), «tenemos muy poca representación en los diferentes órganos de poder».
En efecto, de los 128 diputados que integran el Parlamento de Honduras, solamente 31 son mujeres, cifra que es considerada «alta» con respecto a legislaturas pasadas, en las que las féminas tuvieron una representación menor.
Igual ocurre en las alcaldías, con 24 gobiernos locales regidos por mujeres, de los 298 municipios que tiene este país centroamericano, cuya población ronda los 7,5 millones de habitantes.
Entre los problemas que más afectan a muchas mujeres madres hondureñas figuran la pobreza, la discriminación y la violencia doméstica, a pesar de que abundan leyes que solamente las protegen en teoría.
Según fuentes públicas y privadas, entre el 70 y 80 por ciento de los hondureños viven en la pobreza, flagelo que afecta con más fuerza a los niños y las mujeres.
Algunas instituciones señalan que más del 30 por ciento de los hogares hondureños son dirigidos por madres solteras, víctimas del abandono por parte de sus maridos.
En materia laboral, las mujeres hondureñas ganan el 42 por ciento de los ingresos que recibe un hombre y las horas de trabajo ascienden a catorce, frente a las ocho que suele trabajar un hombre, según estudios del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).
A pesar de la crisis económica que atraviesan los hondureños, con muchos que cada día tienen menos alimentos en su mesa por el constante incremento de precios de los productos de la canasta básica, en la víspera del día de la madre el ambiente tiene algo de festivo en las calles y establecimientos comerciales.
Algunos niños pobres piden en las calles diciendo que lo hacen para llevarle un regalo a su madre, mientras que otros se ganan la vida vendiendo frutas, flores y golosinas o limpiando parabrisas de automóviles «para comprarle algo mañana a mi mamá», como expresó Ana María, una niña de 12 años en un bulevar de la capital hondureña.
El «Día de la madre» hondureña fue instituido en 1927, mediante decreto del Parlamento, que establece que la ocasión será conmemorada el segundo domingo de mayo.