Informes preliminares dan cuenta que los asesinados son presos que en las ultimas horas fueron trasladados del Presidio de la norteña ciudad de San Pedro Sula a la principal cárcel hondureña ubicada en las cercanías de Tegucigalpa. Se conoció que 13 de los trasladados sobrevivieron al intento de asesinarlos debido a que fueron ubicados en el módulo conocido como “Casablanca”, donde las medidas de seguridad son superiores que en el resto del presidio. Los 18 reclusos fueron asesinados por otros reos de la Penitenciaría Nacional, unos 25 kilómetros al norte de Tegucigalpa, confirmó en rueda de prensa el director del Sistema Penitenciario, comisionado Antonio Martínez. Los nombres de las víctimas mortales son: Mas Temprano Informábamos: Masacre en Penitenciaría Nacional deja al menos 18 muertos Tegucigalpa – La policía hondureña reportó hoy al menos 18 muertos en una nueva masacre perpetrada en la Penitenciaría Nacional, ubicada en el valle de Támara, aledaño a Tegucigalpa, la capital de Honduras. El vocero de la policía Héctor Iván Mejía dijo que hasta el momento no se tienen detalles del hecho y que será hasta dentro de una hora que la autoridad brindará un boletín oficial. “Podría ser una riña entre internos” dijo Mejía sin atreverse a confirmar del todo la versión. Fuentes allegadas manejan que podría tratarse de una masacre relacionada con el traslado de un grupo de pandilleros del centro penal de la norteña ciudad de San Pedro Sula a la Penitenciaría Nacional.
Otros 13 reos que también fueron trasladados desde el presidio de San Pedro Sula sobrevivieron a esta nueva matanza gracias a que se les instaló en una celda que tiene mayores medidas de seguridad.
«Vamos a tratar de reubicar a estos internos y velar por su seguridad», agregó el funcionario.
El sábado 26 de abril, nueve internos murieron en la prisión de San Pedro Sula a manos de otros reos durante una reyerta con armas de fuego y corto punzantes.
Las investigaciones preliminares indican que el móvil de los asesinatos de hoy fue una venganza por lo ocurrido en San Pedro Sula, como parte de la rivalidad entre reos pandilleros, comentó a la prensa el portavoz de la Policía Nacional, Héctor Mejía.
Refirió que esos grupos al parecer tenían «un pacto de no agresión» que se rompió con los hechos de San Pedro Sula.
El jefe de centros penales explicó que se trasladó a decenas de reos de San Pedro Sula a la Penitenciaría Nacional y otras cárceles porque «habían indicios racionales de que allá iban a ocurrir hechos similares o de mayor magnitud» que los de hace una semana.
Martínez sostuvo que el traslado de los reclusos se hizo con las medidas de seguridad necesarias «para evitar un mal mayor, pero hay cosas que se escapan a nuestras posibilidades».
«No tenemos la varita mágica para estar en la mente de cada una de las personas que están privadas de libertad», adujo.
Martínez reconoció las graves deficiencias de infraestructura de los presidios en Honduras, que dificultan la aplicación de medidas de seguridad, las que resultan insuficientes para controlar, sobre todo, las pugnas entre pandilleros y otros reclusos.
El portavoz Mejía subrayó que estas rivalidades constituyen «un problema bastante complicado» porque, «aunque el Estado tenga toda la intención» de combatir el problema, «es difícil cuando deciden entre los mismos grupos quitarse la vida».
En los últimos 10 años, organismos judiciales, religiosos y de derechos humanos, entre otros, han insistido en que los gobiernos hondureños resuelvan la crisis en los presidios, cuyas condiciones no garantizan la vida de los reos.
El estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, señaló hoy en un comunicado que «urge rescatar el principio de la dignidad humana de los reclusos» y propuso a las autoridades varias medidas para afrontar el problema.
La propuesta incluye elaborar una política integral de seguridad y que las autoridades judiciales tomen «decisiones inmediatas» para evacuar su mora de trabajo y aliviar así la sobre-población en los centros penitenciarios.
Los 24 presidios de Honduras albergan a más de 10.000 reos, muchos de ellos sin sentenciar, según diversas fuentes.
Custodio también propuso crear un instituto penitenciario autónomo que administre las prisiones y eliminar el «autogobierno» de grupos de reclusos mediante controles disciplinarios.
La primera de las más graves matanzas en los presidios de Honduras ocurrió el 5 de abril de 2003 en la Granja Penal de El Porvenir (Caribe), donde 68 personas murieron a tiros, con arma blanca y quemadas, y cuyo juicio se celebra desde hace un mes.
El 17 de mayo de 2004, unos 107 pandilleros murieron quemados y asfixiados en el presidio de San Pedro Sula, en un incendio que las autoridades atribuyeron a un recalentamiento en las líneas de conducción de energía eléctrica.
Identifican los 18 muertos en masacre de Támara
Tegucigalpa – Autoridades policíacas identiificaron a las 18 personas asesinadas en la Penitenciaria Nacional de Támara.
Daniel Edgardo Reyes Quintero
Juan Ramón Cruz Hernández
Darwin Alonso Moradle Paz
Sergio Giovanni Ramos mateo
Elvin Bernardo Rodríguez Valladares
Luís Carlos Torres
Jonatan Joel Guzmán Hernández
José Francisco Fúnez Ocampo
Ramón Adalberto Portales
Salvador Villeda
Henry Giovanni Velásquez Pérez
Héctor Castro Zelaya
Guadalupe Cruz Arias
Adolfo Humberto Zúñiga
German Ignacio Rodríguez Ramos
Enrique Escalante Salinas
Marlon José Ariano
Marlyn Martínez