En rueda de prensa en el occidente del país, Zelaya subrayó que no cree que la decisión estadounidense obedezca a una «guerra comercial», como algunos sectores locales han comenzado a insinuar.
Según autoridades sanitarias de Estados Unidos, la suspensión de la compra de melón a una empresa hondureña obedece a que estaban contaminados con salmonella.
«Creo que los que dirigen Estados Unidos tienen la suficiente inteligencia para no cometer un error absurdo», recalcó Zelaya al descartar que la disposición de Washington pudiera ser una «guerra comercial».
Añadió que tiene la certeza de que Estados Unidos «enmendará este problema para que no se especule con algo más que no sea la parte técnica y científica».
El martes, el gobernante hondureño, en declaraciones a una cadena hispana de televisión que transmite desde Estados Unidos, rechazó que el melón que se produce en su país esté contaminado y apareció comiendo esa fruta desde su despacho para demostrar que «está sano».
Además, hoy invitó a todos sus compatriotas a que coman melón, fruta que fue ofrecida por Zelaya como postre en la Casa Presidencial a representantes del «G-16» (Grupo Consultivo para la Reconstrucción y Transformación de Centroamérica tras la emergencia provocada en la región por el huracán Mitch a finales de 1998).
Según la Oficina de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), la suspensión de la importación de melón obedece a que algunos ciudadanos de aquel país enfermaron luego de haber comido la fruta hondureña comprada en un supermercado.
Zelaya reiteró que su gobierno está empeñado en una pronta solución y que como parte de la comunicación que ha tenido con autoridades de comercio y salud de Estados Unidos, hoy viajaron a Washington los ministros de Agricultura (Héctor Hernández), Salud (Elsa Palou) e Industria y Comercio (Freddy Cerrato).
Los tres funcionarios serán recibidos mañana por altos funcionarios de la administración de George W. Bush, según indicó Zelaya.
El presidente dijo además que ante una eventual decisión de EE.UU., de mantener su posición contra el melón hondureño, ha instruido al canciller Ángel Edmundo Orellana, para que inicie contactos con países de Europa y América del Sur.
Zelaya insistió en que los rigurosos exámenes que se han hecho a los últimos contenedores con melón hondureño enviados a Estados Unidos, han demostrado que la fruta no tiene salmonella, y que en ese sentido «se ha cometido una injusticia contra Honduras».
Recordó que el 64 por ciento de las exportaciones de Honduras son productos de origen agrícola.
La empresa afectada por la decisión de Estados Unidos es Agropecuaria Montelíbano, que exporta melón al país del norte desde hace unos 30 años, bajo estrictas medidas sanitarias, según han reiterado sus ejecutivos.