Tegucigalpa – Una nueva carga económica está a punto de ser aplicada para este y los próximo dos años la actual administración del presidente Manuel Zelaya al pueblo hondureño, está vez en el campo de las telecomunicaciones y que afectará las comunicaciones entre el millón de hondureños que se encuentran en el exterior y sus familiares en el país.
– El gobierno contempla aplicar impuesto disfrazado de tres centavos de dólar a llamada internacional
– La medida ya está incluida en el presupuesto del 2008
– Gobierno piensa recaudar 615 millones de lempiras con la medida
– La medida ya está incluida en el presupuesto del 2008
– Gobierno piensa recaudar 615 millones de lempiras con la medida
La aplicación de una tasa de tres centavos de dólar (57 centavos de lempira) a la llamada internacional que entra a Honduras es la última novedad en el programa económico del presidente Zelaya que había prometido que en su gestión no habría cargas para la población, ya sea impuestos o tasas por diversos servicios.
Pero ahora el gobierno ha dado marcha atrás en su promesa, y como en el caso de los combustibles y los precios de la canasta básica no ha cumplido su promesa electoral, y busca castigar a la población hondureña en el extranjero.
La ministra de Finanzas, Rebeca Santos, dijo que la aplicación de la tasa de los tres centavos de dólar a la llamada internacional entrante generará ingresos estimados en 615 millones de lempiras anuales y que dicha cantidad ya está incluida en el presupuesto de ingresos del gobierno para el presente año y que se espera sea aprobado por el Congreso esta semana.
La ministra Santos advirtió a los diputados que en caso de no aprobarse el impuesto disfrazado de los tres centavos de dólar habría que reducir partidas a muchas instituciones.
La funcionaria, como el resto de miembros del gobierno vinculados al tema de finanzas y telecomunicaciones, pretenden creer que las empresas proveedoras del servicio de telefonía del exterior a Honduras no trasladarán dicho incremento a los hondureños que realizan sus llamadas al país, en especial el millón que vive en el exterior y que envían sus remesas a sus familiares.
Indicó que las empresas carriers, como se conocen a las que se dedican al negocio de transporte de llamadas telefónicas, no deberían trasladar este nuevo cargo, esperando en forma ingenua que la población se crea tal situación.
Señaló que las carriers tienen un cobro de 35 centavos de dólar por minuto a la llamada internacional telefónica entrante y de los cuales estima que 21 centavos van directamente a las compañías transportadoras y que por ello asume que las mismas absorberán los tres centavos de dólar que Honduras pretende cobrarles.
Empresarios
Además de afectar directamente las comunicaciones entre el millón de hondureños que residen en el extranjero y sus familiares en Honduras, la medida afectará la actividad empresarial, ya que encarecerán los costos de las llamadas y con ello la pérdida de competitividad.
Las llamadas internacionales, especialmente las procedentes de Estados Unidos, a Honduras son las más caras de toda la región centroamericana y el Caribe, así como las destinadas a Sudamérica. Solamente dos países podrían superar a Honduras en este campo.
Oposición
El presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti, así como diputados de las cinco bancadas representadas en el Legislativo hondureño, han manifestado que se oponen a esta nueva carga financiera, ya que significarán 615 millones de lempiras que dejarán de recibir las familias para trasladarse a las arcas gubernamentales.
La ministra de Finanzas previamente había adelantado a una comisión de diputados que el cobro también formaba parte de los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la firma del acuerdo llamado «Stand By».
En todo caso la ministra Santos advierte que si no le aprueban el impuesto disfrazado se encargará de reducir partidas a instituciones públicas.
El detener esta nueva carga depende de los diputados y en especial del presidente Micheletti, ya que el presupuesto no ha sido discutido, ni aprobado.
La ministra Santos dijo que para el 2009 la tasa se reduciría a dos centavos de dólar por minuto (38 centavos de lempira)y el 2010 a un centavo de dólar (19 centavos de lempira) por minuto de llamada telefónica.